Los líos en el Ayuntamiento de Orihuela van a más. Dos concejalas del equipo de gobierno han decidido criticar abiertamente la gestión del alcalde, Emilio Bascuñana (PP), y del edil de Recursos Humanos, Rafael Almagro (PP), a cuenta de la organización de la plantilla de funcionarios. Si hace unos días Sofía Álvarez (PP) aseguraba que ha tenido que cerrar la oficina de Turismo de la Costa por falta de personal, ahora es la responsable de Juventud, Mar Ezcurra (Cs), la que reprocha que le han dejado sin empleados hasta el punto de que ni siquiera tiene un técnico que pueda visar los contratos, lo que deja en el aire la programación de actividades de verano.

El regidor envió ayer un escueto comunicado para informar de que ha dado instrucciones para que «se reorganice y se dote de personal la Oficina de Información Turística de la Costa en la mayor brevedad posible». Bascuñana indicó que esa orden la había dirigido a la Concejalía de Turismo «para garantizar que cuanto antes la oficina esté abierta y prestando servicio de atención al público con total normalidad, ya que Orihuela se encuentra en el inicio de la temporada de verano y nuestras playas ya están recibiendo a los primeros turistas y visitantes». A Sofía Álvarez no le sentó nada bien esa exigencia del regidor y reiteró, como lo hizo días atrás, que si no hay nadie atendiendo a los turistas es porque ni Bascuñana ni Almagro se han preocupado de ello.

La edil recordó que la empleada fue trasladada a Orihuela Cultural y todavía está esperando que manden a alguien. Dijo que otra auxiliar que depende de su Concejalía se encuentra trabajando en las oficinas de Extranjería y Padrón debido al atasco que existe en ese departamento. «La única solución es cubrir las vacantes que se generan. Me da vergüenza que se llegue a esta situación cuando hay abierto un expediente para solicitar que se cubra el puesto en la Oficina de Turismo con carácter urgente y no se ha hecho», señaló Álvarez.

400.000 euros

Mar Ezcurra tuvo todavía menos pelos en la lengua para criticar la situación que está viviendo en la Concejalía de Juventud, que gestiona un presupuesto de 400.000 euros. El técnico adscrito a ese área se ha marchado a trabajar a otro Ayuntamiento y, a cambio, ha llegado otro. Sin embargo, lo han trasladado al departamento de Contratación. Según la edil, desde hace dos años se sabía que se iba a dar esa situación pero no se ha hecho nada por buscar soluciones. Además, el administrativo de Juventud ha estado de baja médica y ahora está disfrutando de las vacaciones del año pasado y después cogerá las que le corresponden de 2018.

«Desde Recursos Humanos solo me dicen que no hay técnicos, que lo tienen muy difícil y que me apañe con el Personal de Cultura. A Bascuñana y Almagro parece que no les importa en absoluto y no puedo seguir explotando a los trabajadores de Cultura, que ya hacen mucho más de lo que les corresponde», aseveró la edil.

Ezcurra dijo sentirse tratada con «desidia» al ver como «se ha desmantelado» el área de Juventud, que por no tener no tiene ni despachos propios para trabajar. Ello, prosiguió, mientras en la Casa de la Juventud sí tiene una planta entera la edil de Festividades, Mariola Rocamora, o la de Bienestar Social, Sabina Galindo. «Siempre he estado quejándome al alcalde, pero demuestra el mayor desinterés posible», prosiguió. Ezcurra advirtió que en este momento se está cerrando la programación de verano pero «hay que subir presupuestos al programa, hacer los trámites, llamar a las empresas, verificar seguros... no tengo personal y me dicen que me apañe con Cultura, donde tengo un técnico, dos auxiliares y un animador social para actividades que tienen un millón de euros de presupuesto», manifestó enfadada.