?Las lluvias registradas en las últimas semanas han reavivado la pesadilla de los lixiviados en la pedanía oriolana de La Murada. Se trata de un líquido procedente de la descomposición de la basura que puede resultar tóxico. En fincas agrícolas ubicadas en esta zona se enterraron miles de toneladas de basuras sin ningún tipo de tratamiento previo y en agujeros que no estaban impermeabilizados. Desde que se iniciaron los trabajos de regeneración del viejo basurero se han retirado miles de litros de este líquido contaminante, pero cada vez que llueve vuelve a aflorar. Según Vertivega, con los fondos que se están solicitando al Ministerio de Medio Ambiente a través del Presupuesto estatal se podría seguir restaurando la zona del vertedero y también empezar los trabajos para sacar los desechos que se encuentran sepultados y sobre los que se plantaron naranjos y limoneros.