Más de una veintena de policías de Pilar de la Horadada han protagonizado hoy una sonora protesta frente al Ayuntamiento para pedir la dimisión del concejal José Tomás Saura (PSOE). Los agentes culpan al consistorio de no haber seguido el protocolo establecido tras una intervención en enero en la que se detuvo a un individuo que, al parecer, tenía tuberculosis, y dos miembros de la Policía Local resultaron infectados. Sin embargo, hasta ahora ni siquiera se han practicado pruebas a toda la plantilla para comprobar si ha habido más contagios, según denuncian los sindicatos. Por su parte, el concejal ha declinado atender a INFORMACIÓN y desde el gabinete de comunicación del consistorio se limitan a decir que no hará declaraciones.

La concentración se ha desarrollado después de que terminara una sesión plenaria forzada por el Partido Popular (PP), en la oposición, que proponía reprobar al edil Saura por "su negligente actitud y dejadez" que "ha puesto en peligro la salud de los polícas y los vecinos". No obstante la reprobación no ha salido adelante porque el PSOE y Vecinos por el Pilar lo han impedido con su mayoría absoluta. La protesta policíal está avalada por los sindicatos SPPLB-CV, CCOO, UGT, CESIF, SEP Y SIPOL y el próximo viernes los agentes se volverán a reunir frente al Ayuntamiento entre las 12 y las 14 horas.

El portavoz del sindicato Sipol, Ramón Navarro, ha recordado que fue en enero cuando un grupo de agentes practicó la detención de un ciudadano de origen argelino y horas después desde la Guardia Civil se les alertó de que estaba contagiado de tuberculosis y en tratamiento desde el año 2011. "Lo que tenía que haber hecho el Ayuntamiento en ese momento es haber cogido a los policías que intervinieron, aislarlos y ponerlos en manos de médicos, pero hasta el 28 de marzo no se realizaron las pruebas. El concejal lo único que dice es que lo puso en conocimiento del técnico de riesgos laborales", ha apuntado el sindicalista.

Según los sindicatos, no fue hasta casi 3 meses después cuando tras varios requerimientos de los agentes tanto verbales, como por escrito e incluso en la Mesa General de Negociación, la Seguridad Social se hizo cargo de hacer las pruebas a estos policías locales con el resultado de que, al menos, dos de los cuatro policías que figuran en el atestado policial han contraído esta enfermedad. Uno de ellos supo que era portador en abril y el segundo en mayo, tras someterse a la segunda prueba. Tras la detención, no obstante, solo se desinfectaron los calabozos y los vehículos policiales al día siguiente, aunque después de que estos últimos fueran utilizados por otros turnos.

Ramón Navarro ha reclamado que "se tendría que haber realizado pruebas a toda la plantilla, porque todos hemos estado en contacto con los dos agentes que han resultado contagiados y eso es algo obligado por el protocolo nacional que existe para estos casos", ha añadido. De igual forma ha dicho que los agentes no se conforman con que se realicen ahora pruebas médicas a todos ellos, sino que quieren que se depuren responsabilidades políticas "y eso pasa por la dimisión inexcusable de José Tomás Saura".

El portavoz de Sipol ha explicado que los dos agentes que resultaron contagiados de la enfermedad "están trabajando porque han dado positivo pero no pueden contagiar a otras personas". No obstante se ha preguntado "qué hubiera pasado si se hubieran dado contagios durante todos los meses en los que el Ayuntamiento y la mutua no han hecho nada por todo este asunto".

Por otro lado, fuentes de la Conselleria de Sanidad remitieron un escrito al Ayuntamiento asegurando que el detenido fue valorado por un médico de urgencias del hospital Doctor Peset en fecha posterior y cercana a la detención, donde se descartó patología de tuberculosis activa, a través de una radiografía y una prueba de esputo, ambas negativas. "Lo cual nos permite concluir que este paciente no ha podido contagiar a los agentes". No obstante, eso es algo que ponen en duda los policías.

Imagen de la protesta protagonizada hoy frente al Ayuntamiento. Tony Sevilla