El Ayuntamiento de Pilar de la Horadada ha descartado que los dos agentes de la Policía Local enfermos de tuberculosis se infectaran por un detenido. Este asunto había llevado a los sindicatos y a la oposición a solicitar la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana, José Tomás Saura, al considerar que había permitido un incumplimiento de las normas de protocolo sanitario para estos casos pues transcurrieron cuatro meses desde el arresto y la fecha en la cual conocieron que eran portadores del bacilo. El Ayuntamiento rechaza una relación entre los agentes enfermos y el detenido con base en un informe del Centro de Salud Pública de Orihuela que, textualmente, asegura que «en nuestras bases de datos del Sistema Sanitario de la Comunidad Valenciana, no consta que esta persona detenida tenga o padezca la enfermedad además se investigó en su momento en todo el territorio nacional, cualquier indicio que demostrara que esta persona estaba enferma».

El Centro de Salud explica que dicho detenido fue valorado por un médico de Urgencias del Hospital Doctor Peset, de València, en «fecha posterior y cercana a la detención, donde se descarta patología TBC activa, a través de una radiografía y una prueba de esputo, ambas negativas. Lo cual nos permite concluir que este paciente no ha podido contagiar a los agentes y nos confirma lo que ya se había informado, que son personal de riesgo por su campo de trabajo y el contacto con el bacilo pudo haber sido en su etapa laboral o en cualquier época de su vida». Sobre los agentes, se recuerda que «no es lo mismo hablar de infección que de enfermedad y que por el tipo de trabajo desempeñado por los agentes, son personal de riesgo que en cualquier periodo de su vida pueden tener contacto con el germen y estar latente». En estos momentos están siendo atendidos a través del Servicio de Preventiva.