La construcción del Centro de Emergencias de Orihuela Costa es la historia de nunca acabar. Si hace seis meses se anunció que el edificio se terminaría con una inversión de 2,2 millones de euros de la Generalitat, ahora resulta que eso no está nada claro. El alcalde, Emilio Bascuñana, aseguró ayer que ha recibido una propuesta de València que indica que el gobierno autonómico sólo se ofrece a asumir el 65% del coste de la obra, mientras que el resto tendría que correr a cargo del Ayuntamiento. Pero ahí no acaba todo. También se plantea ahora que sea el consistorio el que asuma la licitación, adjudicación y seguimiento de los trabajos de construcción, que deben estar completamente terminados antes del 30 de junio de 2019, es decir, en un año. Se trata de un plazo demasiado ajustado teniendo en cuenta que la ejecución de la obra necesita un tiempo de 10 meses. De lo contrario se podría perder la ayuda enmarcada en el Plan Confianza.

Bascuñana calificó ayer como un «despropósito» que el área de Emergencias de la Generalitat proponga ahora reducir el presupuesto y que Orihuela asuma la dirección de la obra. Y se manifestó así porque, según recordó, el Ayuntamiento envió a la Generalitat el proyecto actualizado del edificio en diciembre de 2017 y dos meses más tarde se dio el visto bueno. Durante todo este tiempo se ha estado esperando a que el ejecutivo de Ximo Puig sacara la obra a licitación y ahora, casi cuatro meses después, se ha recibido ese escrito en el que se propone reducir el presupuesto. «Voy a ir a Valencia a pedir explicaciones. Espero que sea un error, porque la Generalitat no puede cedernos ese muerto ahora y esperar que nosotros resolvamos su falta de trabajo. Reducir ahora la financiación es una tomadura de pelo flagrante y escandalosa», manifestó Bascuñana. Lo que más preocupa al alcalde, además del dinero, es el plazo obligatorio para terminar la obra. El regidor teme que mientras reclama a la Generalitat que asuma la inversión a la que se comprometió sigan pasando las semanas y después no haya tiempo suficiente para levantar el edificio. «Para eso que nos lo hubieran dicho en diciembre. Lo que está claro es que nos ponen en un brete y lo que defiendo es que nos corresponde el doble del dinero y que sea la Generalitat quien se encargue del proyecto, no el Ayuntamiento», dijo el primer edil.

«Lo que no voy a dejar es que la obra no se haga, pero asumirlo nosotros es una responsabilidad porque, ¿qué ocurre si surge la necesidad de modificar el proyecto y se necesitan más fondos? ¿Y si surge cualquier inconveniente o se incumplen los plazos? Además, asumir la licitación supone sobrecargar todavía más el área de contratación y restar tiempo al trámite de otros muchos proyectos», defendió el regidor. Con todo ello, sigue en el aire cuándo empezará la obra y quién la pagará.