Jaime y Lidia no dejan de sonreír mientras sirven unos cafés a los clientes de la cafetería del Centro de Mayores «Virgen de Monserrate» de Orihuela. Esa sonrisa inocente no la pierden en todo el tiempo que permanecemos en el único establecimiento de Orihuela que, de momento, se ha ofrecido a tener unos trabajadores que cuesta decir que son especiales, porque hay que luchar contra las etiquetas, pero realmente lo son por la excelente labor que hacen. Ambos tienen síndrome de Down y es su primera experiencia laboral gracias al programa de formación «Hostelería DiverXa» que impulsa Adis (Asociación de Personas con Diversidad Funcional). Allí han aprendido a servir mesas, a hacer café o a organizar eventos de hasta 120 personas con unos resultados excelentes, como no dejan de presumir José Antonio López y Ángeles Lax, los responsables del establecimiento Pipi´s Dream. «Más cariño y corazón que ellos poca gente, le ponen todas las ganas y no tienen malicia alguna», comenta, con orgullo, José Antonio.

Jaime y Lidia han tenido que superar no pocas dificultades. Las de la formación en hostelería, que tampoco les supuso mucho problema, y lo reacio de algunas personas a que fueran ellos quienes les sirvieran. José Antonio señala que «al principio algunos clientes se mostraban reacios a que les atendieran, pedían un café y me decían a mí que se lo sirviera, pero eso duró poco porque pronto comprobaron la profesionalidad de ambos y ahora preparan el café mejor que yo», dice, riendo, antes de añadir que «las ventas los martes y los jueves, que es cuando ellos están, han subido un 50% porque todo el mundo viene a que les atiendan ellos, antes eran los días más flojos de la semana», explica. Los propietarios del establecimiento contratan a lo largo del año a aquellos discapacitados que se han formado allí para diferentes eventos.

El Pipi´s Dream es el único establecimiento de la ciudad que, de momento, se ha unido al programa «Hostelería DiverXa». En sus cocinas se forma estos días Samantha, una joven ciega y autista. La presidenta de Adis, Lourdes Pérez, confía que pronto más locales de Orihuela se unan a esta formación que les permite a los usuarios discapacitados tener una salida laboral. «Es importante que la discapacidad sea visible en todos los ámbitos, que para los discapacitados su futuro no sea estar todo el día en casa de sus padres y salir a pasear», indica Pérez. «Llevamos dos años con este proyecto con grandes resultados ya que los discapacitados que participan se sienten importantes y autónomos, y eso es muy difícil de conseguir con su discapacidad, se relacionan con la gente y se sienten útiles, en definitiva». Todos ellos se han sacado previamente el carné de manipulador de alimentos.

Motivación

La mayoría de los usuarios que se están formando tienen alguna discapacidad psíquica, sobre todo autismo o retraso mental. Hacer algo que les motiva les está sirviendo en su mejora diaria. Pocos han trabajado antes y estos cursos de formación, eminentemente prácticos, les integra en la sociedad. Una sociedad a la que aún le queda mucho para poder llamarse inclusiva. «Muchas empresas prefieren pagar la multa que se les impone por no cumplir la cuota de trabajadores con discapacidad, a contratar discapacitados y eso que tienen beneficios fiscales; es así de triste», lamenta la presidenta de ADIS.

«Hostelería DiverXa» está abierta a cualquier persona con discapacidad mayor de 18 años aunque no pertenezca a ADIS. El programa, además, ofrece la posibilidad a cualquier establecimiento de hostelería de Alicante o Murcia, a realizar unas cartas en braille y con pictogramas para sus clientes con discapacidad. «Las personas autistas, por ejemplo, pueden así pedir la comida que tienen mirando el dibujo de la carta sin necesidad de que alguien lo haga por él», explica Lourdes Pérez. Un ejemplo y lección para todos.