La Generalitat Valenciana ha iniciado los trámites para construir dos nuevas rotondas en la CV-95 que den acceso a San Miguel de Salinas con el objetivo de aumentar la seguridad vial y suprimir puntos negros de accidentes.

El director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, destacó que esta obra, que va a suponer una inversión de más 1,2 millones de euros, conllevará «una mejora tanto en la fluidez del tráfico como en el aumento de la seguridad de vehículos y peatones ya que este tramo de la carretera soporta en la actualidad un elevado número de tráfico».

La construcción de estas nuevas glorietas se une a la otra rotonda habilitada recientemente en la CV-95 a la altura del polígono industrial de Bigastro, considerado otro de los puntos negros por registrar diversos siniestros.