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Orihuela talará las palmeras con picudo de la plaza de Santa Lucía si no rebrotan

El entorno de los juzgados presenta una imagen de abandono, con una decena de plantas cortadas que no han sido retiradas

Los ejemplares se han ido talando desde octubre tras ser devorados por el escarabajo, pero algunos troncos no han sido retirados. tony sevilla

La plaza de Santa Lucía de Orihuela presenta una imagen de abandono que escuece a los amantes del patrimonio de la ciudad. Su vegetación más característica, formada por imponentes palmeras, languidece a pasos agigantados. En menos de un año, la plaga del picudo ha arrasado una decena de árboles sin que el Ayuntamiento haya sabido poner freno. De los ejemplares devastados, solo quedan los troncos, que no han sido retirados y afean este rincón ubicado en pleno casco histórico.

El temido escarabajo rojo se ha cebado con algunas de las palmeras más altas que se erigían frente al Palacio de Justicia, pero también con especies de baja altura. Hace siete meses este diario publicó que la plaga había afectado a dos de los ejemplares, y hoy ya son diez los que han sucumbido a sus estragos. Todo ello en una ciudad que presume de albergar el segundo palmeral más grande de Europa.

Desde el Ayuntamiento aseguran que ya se realizó un tratamiento antipicudo en la zona. A simple vista parece que algunas palmeras han conseguido salvarse, pero lo cierto es que, aparentemente, ya hay más muertas que vivas y la espiral de decadencia parece imparable.

El edil de Infraestructuras, Juan Ignacio López-Bas, que se encarga de gestionar el cuidado de los jardines, explicó a INFORMACIÓN que se ha decidido posponer la tala de los ejemplares que han perdido la copa con todas sus hojas a la espera de comprobar si reviven. Según el concejal, en dos de los troncos se ha observado que han nacido unos pequeños brotes verdes. «Nos habíamos planteado quitarlas, pero han aparecido esos cogollos y parece que no están muertas. Hemos hablado con el departamento de Botánica de la Universidad Miguel Hernández y nos han recomendado que esperemos unos meses para ver si resucitan o se recuperan».

López-Bas asegura que se ha marcado como fecha tope de espera hasta julio, antes de la celebración de los Moros y Cristianos. Si para entonces se comprueba que no hay ninguna viva, se retirarán para ser sustituidas por otras especies vegetales.

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