La rotura que se produjo ayer en los tubos del trasvase ha provocado la pérdida de 80.000 metros cúbicos de agua, según ha informado la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Este organismo asegura que la mayor parte de ese agua fue a parar al cauce del río Segura, que discurre justo al lado de la caseta de motor averiada. La Confederación cerró la llegada de agua del trasvase hace unos días debido a la gran cantidad de lluvia caída en la cabecera de la cuenca hidrográfica por lo que este fin de semana el agua que discurría por los tubos del trasvase era "sobrantes de esas precipitaciones" según la CHS, que aprovechó esta infraestructura para el desembalse de ese agua en embalses como el de la Pedrera. El organismo de cuenca procedió ayer a derivar el agua que llegaba al Sifón a través de otros canales anteriores, mientras se reparaba la compuerta. Pasadas las 21 horas el problema en los tubos se solucionó y volvió a abrirse el suministro pero solo por el tubo derecho, ya que el izquierdo permanece cerrado por las obras que se están acometiendo.
Fue a las 15.45 horas de ayer cuando una avería en la compuerta final del tubo derecho del Sifón de Orihuela impidió el paso del agua, aumentando la presión en toda la infraestructura y provocando una fuga de agua en la pedanía de Arneva. El aumento de presión en el tubo derecho hizo que el agua pasara al tubo izquierdo por un aliviadero. Este tubo estaba cerrado por obras, por lo que el agua comenzó a salir en el lugar de los trabajos junto al río Segura, rompiendo una caseta de motor de riego junto a los tubos del trasvase Tajo-Segura en Orihuela que provocó la inundación de varios huertos, de la carretera CV-925 entre Desamparados y Arneva y afectó a varias viviendas que tuvieron que ser desalojadas. El agua cayó ladera abajo, como una cascada, y anegó todo lo que se encontró a su paso. Cientos de miles de litros se perdieron, de los que abastecen al campo de Alicante y de la Región de Murcia, acabando también con las cosechas de los huertos de la zona, que quedaron bajo el agua y el barro.
La Policía Local de Orihuela y la Guardia Civil de Jacarilla tuvieron que cortar el acceso a la carretera CV-923 al quedar totalmente inundada y arrastrar el agua consigo piedras, y habilitaron rutas alternativas por la CV-921 y la CV-925. Los bomberos del parque de Orihuela acudieron para tratar de cerrar la válvula de la caseta de motor de riego, aunque no pudieron hacerlo por la enorme cantidad de agua que estaba saliendo. Finalmente, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) dio orden para el cierre del suministro de agua tras haberse perdido una gran cantidad.
La principal partida afectada fue la de Arneva, donde los bomberos tuvieron que acudir para evacuar 2 viviendas que resultaron afectadas por el agua y el barro que se había formado. Tres de los cuatro inquilinos de ambas viviendas salieron por sus propios medios de sus casas tras el aviso de las autoridades, pero un hombre tuvo que ser evacuado por los bomberos ya que no se atrevía a salir de su domicilio tras ver la gran cantidad de agua que había en los alrededores. Todos ellos pudieron volver a sus casas a última hora de la tarde de ayer cuando se consiguió rebajar el nivel de agua.
La primera rotura se produjo pasadas las 15.45 horas a la altura del kilómetro 3 de la carretera CV-925, conocida popularmente como la «carretera de los tubos». El agua salía a borbotones de una caseta de motor de riego, al parecer, por la caída de una pieza de una estructura sobre una de las válvulas lo que produjo una rotura y que comenzara a emanar una gran cantidad de litros, que anegaron la zona. La presión del agua destrozó la caseta y levantó el terreno y el firme de la zona. Con la rotura de los tubos el problema se agravó, y el agua llegó a todos los rincones.
El agua que quedó desparramada en una amplia zona entre dos importantes pedanías de Orihuela, tuvo que ser desviada a un embalse próximo y al cauce del río Segura, que discurre en las inmediaciones.
Agricultores
Los más afectados son los agricultores que tienen sus huertos junto a los tubos del trasvase ya que quedaron completamente inundados. Es pronto para evaluar los daños pero los regantes explicaron ayer que iban a ser cuantiosos. Uno de los propietarios de unas tierras que han quedado anegadas contaba ayer cómo ha perdido toda la cosecha de patatas que tenía plantada. Los cultivos de hortalizas y verduras han sido los más perjudicados, y menos los árboles frutales.
Fuente de la CHS aseguraron a este diario que los regantes no van a tener problemas de suministro por culpa de esta fuga de agua tras la rotura en esas infraestructuras del trasvase. Los técnicos de la CHS han continuado hoy supervisando los trabajos para arreglar las infraestructuras que han resultado dañadas y para comprobar que no surgieran nuevos problemas.
No es la primera vez que se produce una rotura en los tubos del trasvase. De hecho las fugas de agua, en alguno de los tramos como el que ayer vertió miles de litros, suelen ser más o menos constantes. El agua se pierde por algunas de las juntas y los regantes acusan al gobierno central del escaso mantenimiento que tiene esta infraestructura vital para el riego de la huerta alicantina y murciana. El trasvase también abastece a la provincia de Almería. En total son entre 40.000 y 50.000 las hectáreas que riega el agua proveniente del río Tajo en todo el Levante español.
