El proceso para la adjudicación de los chiringuitos en las playas de Orihuela seguirá su curso. La Junta de Gobierno rechazó ayer acatar la recomendación de los técnicos de la Mesa de Contratación, que pidieron paralizar el procedimiento debido a los cuatro recursos registrados. En ese sentido, se advirtió que si continúa el trámite se podrían causar perjuicios de difícil reparación. Sin embargo, el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs) declinaron esa opción ya que supondría retrasar todavía más la puesta en funcionamiento de un servicio que está inactivo desde hace un mes y medio, lo que genera cada vez más críticas vecinales.

La concejala de Playas, Luisa Boné (Cs), justificó ayer esa decisión debido a que «la ley te dice que no hay que suspender el procedimiento» y porque en los recursos presentados no se ha pedido detener el trámite de adjudicación, sino que se solicita «la nulidad del anuncio de la publicación del procedimiento y la nulidad de los pliegos». Boné explicó que el área de Contratación del Ayuntamiento ha redactado un informe dirigido al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC) en el que detallan los motivos por los que se deben rechazar esos recursos. «Hay que ser prudentes, pero las cosas se han hecho bien y nuestra decisión está fundamentada», añadió.

Ofertas económicas

Boné defendió que el Ayuntamiento «no puede perder más tiempo en algo tan importante porque prima el interés general». En esa línea, aseguró que el procedimiento seguirá para agilizar el trámite pero no se abrirán los sobres con las ofertas económicas de las seis empresas que pujan por hacerse con la concesión hasta que queden resueltos los citados recursos.

En concreto, los recursos que se han presentado son de dos tipos: recurso especial de contratación y recurso de reposición. Pues bien, la Mesa de Contratación estimó oportuno que sea el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales quien se pronuncie y diga cuál de esos procedimientos hay que resolver, el de reposición o el especial de contratación, ya que uno invalida el otro. Según los técnicos, una vez que esa incógnita se despeje habrá que resolver los recursos en sí mismos antes de un mes. Además, habrá que dar cuenta de ello a las seis empresas que aspiran a hacerse con el contrato porque tienen derecho a presentar alegaciones, con el consecuente aumento del plazo de tramitación. No obstante, si se considera que la licitación ha incurrido en errores o irregularidades, habría que empezar el proceso desde el principio, algo que Boné confía en que no ocurrirá.

Lo que los técnicos dejaron claro al equipo de gobierno es que si el procedimiento continúa en las circunstancias actuales, y se abren los sobres de documentación técnica y las ofertas económicas, y luego se tuviera que anular todo el proceso por los recursos, se «dificultaría de manera importante la reanudación del procedimiento al ser públicas tanto la propuesta técnica como, especialmente, las ofertas económicas». Y ese posible perjuicio «sería ocasionado tanto a los recurrentes como al resto de empresas, que perderían ciertas ventajas competitivas al tener que redactar nuevamente nuevas proposiciones».

Corrupción

Todo apunta a que los técnicos seguirán analizando todo este proceso sin prisa y de forma muy meticulosa teniendo en cuenta que la anterior adjudicación está enfangada por un presunto caso de corrupción que acabó con la adjudicación del servicio a la empresa Chiringuitos del sol. Por ello está procesada la exedil de Playas, Martina Scheurer. Ese fue el motivo por el que el gobierno actual decidió que no prorrogaría el contrato con esa firma. Fue en noviembre de 2017 cuando la edil Luisa Boné anunció que en junio de 2018 acabaría la contrata con Chiringuitos del sol y se licitaría de nuevo. Sin embargo, días después de Semana Santa todos los chiringuitos fueron cerrados. El gobierno dijo entonces que había habido una confusión y que, en realidad, el contrato había vencido en noviembre de 2017.

Desde abril, las once playas de Orihuela Costa carecen de servicio de restauración al no tener chiringuitos. También están cerrados los aseos (aunque el Ayuntamiento ha puesto algunos portátiles en ciertas playas), y no hay hamacas ni sombrillas ni actividades de ocio y deporte. Y no los habrá hasta que haya nueva adjudicación, que no se sabe cuándo será.