La asociación de vecinos «San Miguel Arcángel» de San Miguel de Salinas se ha dirigido al Ayuntamiento para solicitar que los 180.000 euros que quiere emplear en mejorar el vial de Las Filipinas los use para la construcción de la carretera «que no tuvo en cuenta, cuando aprobó los planes parciales de más de 3.000 viviendas sin contemplar los viales de conexión del casco urbano con las urbanizaciones».

La dirección general de Carreteras, ante la propuesta por parte de la asociación de que este camino entrase a formar parte de la red de carreteras de la Generalitat como medida «para aumentar la seguridad y el mantenimiento del vial», dice que no es posible. «El tránsito motorizado no es uno de los usos propios y compatibles con las vías pecuarias», indica la administración autonómica. En la misma carta se recuerda que es responsabilidad del Consistorio, mediante la gestión urbanística, la ejecución de estas infraestructuras. La asociación también se ha dirigido a la Consellería de Medio Ambiente para que deslinde las vías pecuarias y se recuperen los usos propios de esta infraestructura verde y al Ayuntamiento para que diseñe la ejecución de la carretera que debió de hacer en su día «pero que no tuvo en cuenta». La falta de una carretera en «condiciones» que una el casco urbano con Las Filipinas y la costa oriolana «es la guinda, junto con la falta de infraestructuras y dotación de agua potable o de la red de saneamiento, de una desastrosa, caótica y lamentable gestión urbanística», a juicio de esta asociación.

Sin planificar

La misma fuente indica que en lugar de planificar la construcción de una carretera el Consistorio está utilizando, durante décadas, un camino asfaltado estrecho sinuoso, mal señalizado, sin arcén, por el que circulan a diario centenares de vehículos, que conectan el interior de la comarca con los residenciales de San Miguel y de Orihuela Costa. Este vial «totalmente inapropiado e insuficiente para el tráfico que soporta, resulta extremadamente peligroso, de lo que dan fe los numerosos accidentes». La mayor parte de la traza de este camino coincide con el recorrido de dos vías pecuarias.

«La indignación y la alarma vecinal», recuerda la asociación, «estallaron» a raíz de las obras del vallado perimetral de todo el recorrido por parte de los propietarios de las fincas colindantes. Este vallado ha aumentado todavía más la peligrosidad del vial al reducir la anchura del camino y eliminar el arcén.

Los vecinos y la asociación de vecinos se movilizaron con una manifestación celebrada el 28 de abril; y después esta entidad se dirigió a todos «los organismos públicos implicados» como al Ayuntamiento a la dirección general de Carreteras y a la dirección general de Medio Ambiente.