El Partido Popular y Ciudadanos (Cs) votaron en contra ayer del plan de ajuste financiero propuesto por el Ayuntamiento de Torrevieja por el incumplimiento de la regla del gasto, que recoge un aumento del IBI del 7,5% en 2019 y un recorte en más de dos millones de euros en la entrega de subvenciones a colectivos este año.

Fue en la comisión especial de Hacienda previa el pleno extraordinario de la semana que viene que debe sacar adelante la medida, que cuenta con el respaldo de los cuatro grupos del gobierno minoritario (Los Verdes, PSOE, IU y APTCe) y la abstención de Sueña Torrevieja. Es decir, el dictamen de la comisión previa al pleno es en contra de la propuesta del equipo de gobierno. PP y Cs, que suman mayoría en este asunto, responsabilizan a la gestión del alcalde José Manuel Dolón y el edil de Hacienda, José Hurtado, de los recortes que fija el plan económico.

Algo, aseguran, que aparece en los informes de la interventora, en especial en referencia a la gestión municipal durante el ejercicio 2016. Mantienen que se pudo evitar y que existen otras medidas antes que el aumento de impuestos y el recorte de subvenciones. Los técnicos. que han estudiado la situación, no terminan de coincidir con esa visión, según el equipo de gobierno. La postura del PP parece firme. La que manifestó ayer la edil portavoz de Cs, Pilar Gómez, puede cambiar en el momento del pleno. No sería la primera vez que la formación naranja expresa un voto en un sentido en la comisión y ejecuta el contrario en el pleno sobre el mismo tema. Sueña Torrevieja, por su parte, busca alternativas de última hora para eludir sacar adelante el plan tal y como está concebido ahora. Su portavoz, Pablo Samper, explicó ayer en rueda de prensa que ha solicitado a la interventora que se pronuncie sobre dos posibilidades. La primera contemplar aplazar la aplicación del plan, algo que ya han solicitado otros ayuntamientos en la misma situación. El equipo de gobierno no ve clara es propuesta a dáis de que termine el plazo dado por el Ministerio de Hacienda. La segunda es contemplar la posibilidad de sufragar el incumplimiento de la regla del gasto con remanente de tesorería. Esos remanentes no figuran en las cuentas con las que se ha calculado el exceso de gasto, por lo que no pueden contemplarse para equilibrarlo. El gobierno local insiste en que el plan es una imposición del Ministerio de Hacienda para un ayuntamiento saneado, con 20 millones euros de superávit y que ha rebajado la deuda de los bancos del 60 al 22%.

Pero recuerda que el municipio tiene la responsabilidad de cumplirlo tras estudiar las alternativas con menos impacto para los vecinos. El edil Hurtado recordó que si no se aprueba el Ayuntamiento se expone a multas y a realizar un plan mucho más duro.