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El secreto de las banderas azules

El secreto de las banderas azules

El litoral de la Vega Baja esconde un tesoro invisible que contribuye a mantener la calidad del agua de sus playas. Desde Guardamar del Segura hasta Pilar de la Horadada se extiende una importante pradera de posidonia que ocupa 4.687 hectáreas. Los cuatro municipios costeros de la comarca han sido distinguidos este año con 25 banderas azules del total de 68 repartidas en la provincia. Son cuatro más que en 2017. Orihuela ha batido récord, siendo la localidad de la Comunidad Valenciana con mayor número de galardones de este tipo y la segunda de España, con 11 reconocimientos en total.

La pradera marina de la Vega Baja está protegida como Lugar de Interés Comunitario (LIC). Su función es vital para oxigenar y mantener limpia el agua del mar. Los hábitats mejor representados en ese LIC son la posidonia (1.120 hectáreas), cymodocea (1.110 hectáreas), así como los acantilados mediterráneos (1.240 hectáreas). Esa riqueza en el hábitat marino facilita la buena calidad del agua, aunque ese no es el único requisito para conseguir las banderas azules. ¿Cómo se obtienen pues los distintivos?

La bandera azul es un galardón anual y un sistema de certificación de la calidad ambiental desarrollado por FEE-Foundation foro Environmental Education, representada en España por el ADEAC, que desde 1987 promueve y premia la participación en iniciativas ambientales voluntarias de las autoridades municipales, la población local y visitante y los agentes del sector turístico. La responsable de Playas en el municipio de Orihuela, Luisa Boné, explica que para conseguir estos reconocimientos lo que más prima es mantener un adecuado servicio de salvamento y socorrismo; ofrecer información a los usuarios sobre los servicios que se tiene en las playas; facilitar información medioambiental a través de paneles informativos que estén en buenas condiciones o desarrollar acciones que garanticen la conservación del entorno, siendo además fundamental la calidad de las aguas. Boné añadió que, además, año tras año los municipios tienen que ir superando objetivos marcados. En el caso de Orihuela, por ejemplo, se ha propuesto para este año mejorar el baño adaptado y el Ayuntamiento ha adquirido cinco sillas anfibias. También se han incorporado marcas en los extremos del acceso a las zonas de descanso para personas con movilidad reducida para informar al resto de usuarios de ello. Igualmente, se han modernizado las condiciones del personal de salvamento, comprando 11 sillas de proximidad con sombraje. Ahora bien, ¿como se verifica que, efectivamente se cumplen los requisitos?

Las candidaturas de los municipios que quieren optar a obtener banderas azules se presentan entre octubre y noviembre con un proyecto detallado. Si cumple los requisitos se obtiene el distintivo, que se entrega siempre antes del 1 de julio. No obstante, los auditores no acuden hasta una fecha indeterminada durante la temporada alta para verificar que todo se encuentra conforme a lo que informó el consistorio de turno. Y es esa visita y el estado en el que se encuentran las playas en ese momento lo que se utiliza como guía para la evaluación del año siguiente. Sin más.

En el caso de Orihuela, el Ayuntamiento aseguró que sí disponía de chiringuitos en sus 11 playas. No es un requisito indispensable, pero suma puntos. Sin embargo, en este momento no hay servicio porque el anterior contrato venció y el nuevo aún no se ha adjudicado. La administración local espera que esta situación quede solventada antes de julio, pero si no se consigue, tendrá que enviar un informe explicando las causas a la comisión que otorga las banderas azules antes de que los auditores lleguen y vean, en ese hipotético caso, que no se está prestando ese servicio.

Coste económico

¿Cuesta dinero obtener una bandera azul? Según la concejala de Playas de Orihuela, no hay que pagar de forma directa pero sí para verificar la calidad de las aguas, implementar actividades, paneles informativos o aseos que son necesarios para obtener el ansiado reconocimiento.

En el caso de Orihuela, este año se han conseguido dos más que en 2017, al sumar las de Cala Cerrada y Mil Palmeras, a las que ya tenía en Punta Prima, Cala Bosque, La Caleta, Cala Capitán, Aguamarina, Campoamor, Barranco Rubio, Cala Estaca y Cala Mosca. Suma otra más en el puerto deportivo de Dehesa de Campoamor, pero este año ha perdido una en el de Cabo Roig, de gestión privada.

Torrevieja ha sumado la de Cabo Cervera y cuenta con distintivos en El Cura, Los Náufragos, Cala Pitera, Los Locos y La Mata. También el municipio de Pilar de la Horadada ha ganado una más en Playa Puerto, que se suma a las de Mil Palmeras, Jesuitas, Conde e Higuericas. Por su parte, Guardamar del Segura mantiene las que ya tenía en La Roqueta, Playa Centro y Moncayo. También su puerto deportivo Marina de las Dunas ha obtenido el galardón.

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