El gobierno de Orihuela quiere reconvertir los barracones del Centro de salud del Rabaloche en oficinas municipales. El servicio sanitario se trasladará en pocos meses al nuevo edificio construido junto a Ociopía y los módulos prefabricados quedarán libres. El objetivo es ubicar allí a funcionarios que actualmente se encuentran en locales alquilados por el consistorio, lo que ahorraría dinero a las arcas públicas. Los barracones están ubicados desde hace casi una década en la parte trasera de la casa consistorial, una zona que hasta entonces se utilizaba como aparcamiento. La Generalitat Valenciana viene costeando el alquiler para poder prestar el servicio sanitario en esos módulos. Lo que el Ayuntamiento pretende es llegar a un acuerdo con la empresa propietaria de las instalaciones para que las ceda a la administración local, si es posible a coste cero, según detalló el portavoz municipal, Rafael Almagro. El concejal aseguró que ya se han mantenido contactos con la mercantil para conseguir ese objetivo, aunque por el momento no hay nada cerrado.

El Ayuntamiento de Orihuela gastó el pasado año 551.648,72 euros en arrendamiento de diversos locales para poder ofrecer servicios municipales dado que carece de espacios suficientes. Almagro cree que mantener los barracones sería una forma de reducir parte de ese gasto, aunque no sería una medida definitiva. El municipio está a la espera de reformar el edificio de los antiguos juzgados, que ha sido cedido por la Generalitat al consistorio. Una vez que ese inmueble se adecúe, la administración local podrá ubicar allí más dependencias públicas y seguir ahorrando en alquileres.

Fase final

El nuevo edificio para el Centro de Salud del Rabaloche se encuentra ya en su fase final de construcción y la Conselleria ya ha sacado a licitación la compra de diverso material médico. Según lo anunciado, el inmueble entrará en funcionamiento este verano y será entonces cuando el Ayuntamiento podrá ocupar los barracones si llega a un acuerdo con la empresa.