Los oriolanos se han encontrado en los últimos días con una importante reordenación del tráfico en el centro de Orihuela, que no solo ha afectado al sentido de circulación en algunas calles, también a la prohibición de circular determinados vehículos por algunas de las vías más céntricas. Estos vehículos son los camiones de mercancías y los ciclomotores, lo que ha causado sorpresa entre quienes se ven afectados por esta medida, casi tanta como indignación.

Una señal colocada tanto en la entrada a la Avenida Teodomiro (Los Andenes) en dirección a la estación de trenes y autobuses y en el inicio de la Avenida de la Vega, así como en las calles que rodean estas arterias, está causando confusión entre los conductores de ciclomotores, y también de motos quienes no saben si esa extraña señal va con ellos o no. Pero no. La señal prohíbe circular y entrar a esas calles solo a los ciclomotores, es decir, los que tienen una cilindrada menor de 50 centímetros cúbicos y con una velocidad máxima no superior a 45 kilómetros por hora. ¡Ojo!, también prohíbe la entrada a vehículos para personas de movilidad reducida.

Es una señal extraña la colocada tanto a la entrada de Los Andenes como en la Avenida de la Vega ya que sobre el círculo rojo con fondo blanco, de prohibido circular, el disco se divide en dos con la figura de un camión, indicando la prohibición para vehículos de mercancías, y, por debajo, la de prohibición de ciclomotores. Una señal que no aparece en el reglamento regulador de las normas y señales de circulación, cada una de ellas con su numeración. La más parecida es la R-102 en la que aparece la figura de un coche y una moto para indicar la prohibición de acceso a vehículos de motor. Sobre esa base se ha ideado la señal en cuestión que, además de que la figura del camión que aparece ha cambiado en el reglamento de circulación (R-106), no aparece acompañado de un ciclomotor.

Es más, en la señal vertical instalada en Los Andenes se distingue claramente un autobús por debajo del ciclomotor ya que la Concejalía de Seguridad Ciudadana ha reutilizado una antigua indicación que prohibía el paso a camiones y autobuses para pegar sobre ella la figura del ciclomotor. INFORMACIÓN ha mostrado a varias fuentes, tanto de la Guardia Civil de Tráfico como de varias autoescuelas, la rara señal y todos han coincidido en que «no la habíamos visto nunca», y dudaron de su utilización, aunque hubo quien matizó que el reglamento indica que las señales deben simplificarse y evitar duplicidades, por lo que podría utilizarse una misma señal de prohibido circular para dos tipos de vehículos, en lugar de dos señales.

Explicaciones

El por qué se ha decidido ahora prohibir la circulación de ciclomotores por céntricas arterias de Orihuela la ha dado el intendente-jefe de la Policía Local, José María Pomares, quien explica que la razón es la «multitud» de quejas de vecinos sobre el «excesivo ruido que realizan los ciclomotores». En un informe justifica que sean estos vehículos y no las motos las prohibidas porque los ciclomotores son conducidos «principalmente por menores de 20 años; jóvenes que por su edad no se dan cuenta que molestan con el uso del escape libre o cuasi libre de sus ciclomotores». El jefe de la Policía añade que se intenta evitar que aquellos ciclomotores que «realizan un ruido escandaloso y muy superior al permitido no puedan transitar por zonas residenciales», tras indicar que no han encontrado otra medida para evitar las molestias porque «es más aceptable que los controles». Además, dice que si es efectiva «se irá extendiendo a otras zonas de Orihuela».

Sin embargo, llama la atención que, por ejemplo en el caso de la Avenida Teodomiro, la prohibición del paso a ciclomotores sólo afecte a quienes circulen desde la Glorieta Gabriel Miró, mientras que quienes vengan desde Marqués de Molins pueden entrar a la calle sin problema porque no hay señal que lo prohíba, lo que provoca, según las explicaciones dadas, que los residentes en esa parte de Los Andenes sufran los «ruidos excesivos» mientras se descarga de ellos a sus vecinos de enfrente.

Advertencias

La medida no ha gustado a quienes circulan habitualmente con este tipo de vehículos por la zona de Severo Ochoa. La Policía Local, de momento, solo está advirtiendo a los «infractores» que entran en ciclomotor por esas calles prohibidas, tomándoles la matrícula e indicándoles que la próxima vez tendrán que pagar una sanción. Le ha pasado a Antonio Cubí, que regenta el quiosco de la ONCE de la Avenida Teodomiro. «Yo aparcaba mi ciclomotor en el aparcamiento para motos que hay en esta misma calle y un policía me dijo que ahora no se podía circular por aquí y tomó nota de la matrícula. Es un sinsentido que haya aparcamientos para motos en Los Andenes y no nos dejen pasar y aparcar ahí», se queja.

Los más perjudicados son los establecimientos que venden comida a domicilio y utilizan para ello ciclomotores. Es el caso de La Bocatería, cuyos ciclomotores encontramos en la puerta del establecimiento en Los Andenes. Su gerente, Ginés Saura, se muestra muy molesto con la norma «que perjudica a los comerciantes ya que nos ha advertido la policía que no podemos seguir circulando hasta el local y si es por ruidos que multen a los que incumplan la ordenanza de decibelios, pero que no perjudiquen a quienes nos ganamos la vida con un negocio, porque los coches también contaminan y hacen ruido y si es por no molestar que hagan peatonal la calle».

Fuentes municipales han explicado que los residentes y trabajadores de las calles afectadas por la nueva señalización pueden solicitar un permiso especial para circular y así «sólo aquellos ciclomotores ya conocidos de antemano, y que cumplen con las normas de ruido, podrán circular y se dejan los grandes viales para circular libremente por Orihuela al resto de ciclomotores, para ir de una zona a otra, pero no por zonas residenciales donde molestan al vecindario».