La tradicional procesión del Comulgar San Vicente ha puesto hoy el broche final a los desfiles vinculados a la Semana Santa en muninicipios como Torrevieja o Callosa de Segura. Se trata de una procesión en torno al Santo Sacramento que sirve para acercar la Eucaristía a personas que por edad o incapacidad no pueden acudir a las parroquias. La costumbre tiene diferentes peculiaridades en cada rincón de la Vega Baja, pero el sentimiento de fe es el mismo.

En Callosa de Segura, el cortejo religioso ha partido desde le Arciprestar de San Martín hasta el convento franciscano, lugar en el que antaño se ubicaba el hospital municipal. En ese punto se han unido los representantes del Ayuntamiento, con el alcalde, Fran Maciá, y el concejal José Navarro. Una de las singularidades de esta tradición callosina es que en el desfile solo participan hombres, aunque en los últimos años se ha integrado un conjunto de ángeles representados por niñas y niños. En esta ocasión también ha sido una mujer la encargada de abrir el desfile, Rocío Pajares, quien ostenta este año el cargo de Dama Portaestandarte, llevando el pendón granate de la parroquia.

En Torrevieja la procesión ha partido desde la iglesia de la Inmaculada, donde los feligreses han arropado la salida del Santísimo mientras la Unión Musical Torrevejense ha entonado el himno de España. El recorrido ha seguido por Caballero de Rodas, Clemente Gosálvez, Canónigo Torres, Azorín y Caballero de Rodas para volver a la parroquia. Durante el itinerario se ha ofrecido la Comunión a los enfermos y personas de avanzada edad que lo habían solicitado. Como representantes del Ayuntamiento se han integrado algunos concejales del PP, como Eduardo Dolón, Carmen Gómez o Luis María Pizana, así como el diputado nacional Joaquín Albaladejo.

Según se explica desde la Junta Mayor de Cofradías de Semana Santa de Torrevieja, "se trata de procesión enteramente Eucarística, donde el sacerdote no porta en sus manos la Custodia con la Sagrada Forma a la vista y adoración de los fieles, sino que, cubierto por el paño de hombros, sostiene un Copón. Llegados a casa del enfermo, el sacerdote abandona el palio y en la intimidad del hogar, le presenta y administra la Comunión".

Los feligreses se arrodillan ante el Santísimo en el final de la procesión en Torrevieja.