Las salinas de Torrevieja marcan estilo. Inditex ha elegido la laguna salada de Torrevieja para presentar la colección primavera verano de una de sus principales marcas. El spot publicitario que presenta las tendencias de su campaña online, ha sido rodado en el extraordinario paisaje de sal de la laguna rosa para mostrar su catálogo de prendas con "looks" en rojo y fucsia. Muy apropiado porque aprovecha el fondo que le ofrece el peculiar color rosado de la superficie lagunar torrevejense para resaltar sus modelos. Vestidos, trajes, zapatos, bolsos y bisutería desfilan por la áspera costra de sal bajo la intensa luz blanca de este paisaje único.

En realidad podría corresponder a cualquiera de esos lugares insólitos que ofrece nuestro planeta y que más bien parece que están fuera de él. O a unas salinas cualquiera. Solo en nuestro país hay decenas de ellas donde elegir y sería difícil distinguir unas de otras porque en muchas el rosado es el color del cuaje de la sal en esteros y zonas lacustres. Pero cuando entre toma y toma se les cuela una imagen de "la volvedora""la volvedora", ese vehículo especializado y exclusivo de la explotación salinera torrevejense, o a poco que uno se fije puede distinguir en el horizonte las casitas unifamiliares de las populares "torretas", el marco elegido para presentar la ropa que ha de llevar "la mujer sofisticada que busca la calidad y las últimas tendencias" ofrece ya pocas dudas de cual es.

Analizando el resultado del anuncio no parece que la actividad de modelos -que avanzan en el corto entre la espuma generada por los vientos de poniente- y equipo de rodaje, que incluye una banda sonora específica para vender este pret a porter, haya sido más agresiva con el medio ambiente de este paraje del Parque Natural de las Lagunas de Torrevieja y La Mata que la que desarrollan bañistas y usuarios de lodos,

Actividades que sobre todo en verano llevan a cabo cientos de personas pese a su expresa prohibición. Cualquier acción dentro de esta zona ambientalmente sensible, y muy singular, ha de contar con los preceptivos permisos de la empresa salinera, de la dirección del Parque Natural, de Costas y de Patrimonio del Estado.