La exconcejala de Playas de Orihuela, Martina Scheurer (Los Verdes), está más cerca de sentarse en el banquillo de los acusados por el presunto amaño en la adjudicación de la contrata de los chiringuitos playeros, en 2014. El juzgado de instrucción Número Tres de Orihuela ha concluido la investigación y ha procesado a la exedil y al representante de Chiringuitos del Sol SL, Thomas Wolfalng Herteux, al encontrar indicios de prevaricación. Aunque el contrato está bajo sospecha, la empresa continúa explotando en la actualidad los bares ubicados en el litoral.
De la fase de investigación se desprende, según la jueza, que Scheurer y Herteux se aliaron para amañar el contrato con un pliego de condiciones que se diseñó a su medida. Para ello la concejala ordenó incluir un requisito que sólo cumplía esa empresa, que era disponer de la «Q de calidad turística», lo que dejó fuera de juego al resto de mercantiles que se presentaron al concurso.
En el auto de procedimiento abreviado, la magistrada señala que Scheurer sabía que sólo Chiringuitos del Sol tenía esa «Q de calidad» y que ninguna otra empresa lo podía conseguir dado que el plazo para presentar ofertas al Ayuntamiento era de 20 días, mientras que para obtener ese distintivo se necesitaban al menos dos meses. Chiringuitos del Sol SL lo obtuvo tan sólo unos meses antes de concurrir a la licitación. En ese sentido destaca que llevaba desde 2006 siendo la adjudicataria del servicio y obtuvo la «Q» durante el año de prórroga del contrato que le brindó el Ayuntamiento. «De la investigación practicada se desprende que Thomas Herteux alardeaba en el Ayuntamiento de Orihuela de que él era el único que poseía la Q de calidad turística y se le veía con frecuencia entrar y salir del Ayuntamiento», apunta la jueza.
Otra de las circunstancias que recalca la magistrada es que se utilizó una doble vara de medir porque Chiringuitos del Sol adeudaba varios años de canon a la administración local y, sin embargo, no se la excluyó del proceso, mientras que si se quedaron fuera las empresas que no tenían la «Q». También llama la atención de la jueza que el canon ofrecido por Herteux fuera de solo 13.000 euros más del precio base de licitación cuando en el año 2006 el canon que ofreció era un 360% superior al precio base. Todo ello da que pesar que Chiringuitos del Sol sabía de antemano que no tendría competidores porque era el único que disponía del distintivo turístico y ello le permitió presentar una oferta económica mucho más ajustada. En ese mismo auto la jueza archiva las diligencias contra un técnico municipal porque, tras la investigación, no hay pruebas de que fuera él quien ordenara incluir la famosa «Q» en el pliego, sino que todos los indicios apuntan a que fue una orden de la edil.
Acusación
Ahora será el fiscal y la acusación particular los que tengan que presentar su escrito de acusación contra los investigados o pedir el archivo de la causa. Esto último parece del todo improbable si se tiene que en cuenta que Anticorrupción ya consideró que los hechos podían ser constitutivos de los delitos de aprovechamiento de información privilegiada, prevaricación administrativa, tráfico de influencias y falsedad documental. Lo hizo después de un informe de la investigación llevada a cabo por el Grupo de Blanqueo de Capitales del Cuerpo Nacional de Policía en relación a este asunto. En base a esas pesquisas, el juzgado que asume la instrucción señaló que existe «la sospecha fundada y racional» de que los requisitos incluidos en el pliego «se elaboraron a medida de Chiringuitos del Sol para favorecer su adjudicación».
