El impacto económico de la plataforma de alquiler en internet Airbnb en Torrevieja ha sido de 20 millones de euros solo en 21 meses -desde febrero de 2016 a octubre de 2017-, según desvelaron ayer los profesores de la Universidad de Alicante, Luis Moreno, Armando Ortuño, Antonio Aledo e Iker Jimeno. De ese registro 11 millones de euros se corresponden a los ingresos directos de los propietarios y de la propia firma por en la gestión del alquiler de las viviendas. Airbnb es una empresa y una plataforma de software dedicada a la oferta de alojamientos a particulares y turísticos. Tiene una oferta de unas 2.000.000 propiedades en 192 países y 33.000 ciudades.

Este dato sirvió a los expertos universitarios para ilustrar en una conferencia en la Sociedad Casino de Torrevieja la importancia y potencial que en futuro, que ya comienza a ser presente, puede alcanzar este ejemplo de economía colaborativa en el sector turístico. En especial en una ciudad en la que además el sector está volcada en el paradigma del turismo residencial y en la oferta de viviendas secundarias -y no en la oferta hotelera-. Una conferencia enmarcada en los trabajos previos del Plan Estratégico de Turismo encargado por el Ayuntamiento de Torrevieja a la Universidad de Alicante.

Esta experiencia no supone una amenaza clara para el alojamiento hotelero -algo que ocurre en ciudades como Benidorm- porque en el caso de Torrevieja los hoteles presentan una oferta casi residual, 1.600 plazas, sobre una planta de alojamiento potencial en viviendas secundarias y apartamentos de 250.000 plazas. Lo que supone el 60% de las 120.000 propiedades registradas en la ciudad, según el censo oficial, que se remonta a 2011, según el sociólogo Íker Jimeno.

La empresa en la vanguardia mundial en la gestión de alquileres de apartamentos y habitaciones presenta una cartera de 3.153 apartamentos en la ciudad en estos momentos y va en aumento.

El profesor del Instituto de Economía Internacional de la UA, Luis Moreno en su intervención hizo un repaso de los fundamentos de la economía colaborativa, recordando el éxito de plataformas como Über y también del uso de la tecnología para innovar en el sector del turismo, poniendo como ejemplo las aerolíneas de bajo coste -muy cuestionadas hace unos años y ahora totalmente normalizadas en el mercado-. Para Moreno Torrevieja tiene la oportunidad de liderar el proyecto de uso de Airbnb poniendo en valor su gran excendente de vivienda secundaria no ocupada, además en manos de particulares, como una herramienta que ayude a la desestacionalización del turismo de forma que muchos inversores que perdieron durante la crisis puedan rentabilizar ahora esa adquisición.

Moreno admitió que en el análisis que la Universidad de Alicante ha realizado del comportamiento de Airbnb en la provincia hay algunos datos que reflejan debilidades de la oferta de Torrevieja. Por ejemplo, mientras que en Valencia, Benidorm o Alicante la demanda y la oferta se acercan en periodos vacacionales, en el caso de Torrevieja ambos registros se mantienen en los mismos niveles sin variaciones.

En el debate se destacó que la mayoría de particulares que están usando la plataforma ya ponían en alquiler sus propiedades por cauces convencionales. También la falta conocimiento sobre cómo hacer más atractivo su oferta es uno de los obstáculos para la reputación del destino en Torrevieja. Otra desventaja es que el propietario en el caso de Torrevieja no suele estar residiendo en la ciudad por lo que la atención a su propiedad es menor que en otros destinos. Algo, que en la conferencia se vio como una oportunidad para las inmobiliarias. Por ejemplo, las imágenes de los apartamentos o los servicios que se ofrecen son de mala calidad y escasean, aunque como aspecto positivo la mayoría de la oferta es por apartamentos completos y no habitaciones, como ocurre en otros destinos.

El sociólogo Iker Jimeno explicó que la principal concentración de la oferta de particulares en la conocida plataforma se centra en el entorno de primera y segunda línea de las playas de Los Locos y El Cura y el centro del casco urbano, junto al recinto portuario y el mar. Algo que se corresponde con la oferta tradicional. Es decir, no se está introduciendo al mercado nueva oferta. Si no que la anterior se adapta a la nueva tecnología que prescinde de los intermediarios, en especial las inmobiliarias. También se concentra al sur del término municipal, junto a la costa oriolana en Punta Prima, Cala Dorada y Rocío del Mar. Mayor ocupación, una oferta más estructurada, desestacionalización y menor dependencia del sector de la construcción son algunas de las ventajas de la implantación de este tipo de plataformas.

Curiosamente escasea más en las grandes urbanizaciones de San Luis, El Chaparral, Las Torretas o El Limonar, aunque cabe la posibilidad que esa oferta sí aparezca en la versión de la plataforma en otros países como Gran Bretaña o Alemania.

Otro de los efectos positivos de la implantación de la plataforma es que anima a su regularización ante la administración autonómica, aunque se trata de un trámite que puede llevar más de ocho meses, pese que apenas supone el análisis de un formulario por parte de los funcionarios. Al acto de ayer acudieron, entre otros, el alcalde José Manuel Dolón, la edil de Turismo y Urbanismo, Fanny Serrano o el concejal Luis María Pizana.