La Plaza de España de Callosa de Segura ha quedado completamente abierta al tránsito tras casi seis semanas de obras. La retirada de la Cruz de los Caídos ha obligado a reponer el empedrado donde se ubicaba el monumento, junto a la iglesia de San Martín. Los trabajos comenzaron el 29 de enero y ayer terminaron por completo, dejando una imagen desconocida para gran parte de los callosinos, que nacieron después de que se levantara el monolito, durante la Dictadura.

Las piedras se han dispuesto sobre la superficie siguiendo la cuadricula en colores grises y marrones. Junto a la Cruz se suprimió también el pequeño vallado y jardín que la bordeaba así como las farolas. No obstante, la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat, que apoyó retirar el monumento, ha pedido también que se suprima el cableado que sobrevuela la Plaza y la iluminación exterior del templo, cuyo entorno está protegido como un Bien de Interés Cultural. El regidor, Fran Maciá, informó ayer que esa tarea se realizará después de Semana Santa.

La eliminación de la Cruz de los Caídos ha suscitado una gran polémica en el municipio, con partidarios de mantenerla por ser un símbolo cristiano, y detractores que alegan que es un monumento franquista. El conflicto se trasladó a los tribunales a través de diversos procesos promovidos por una plataforma vecinal y por el Partido Popular. Aunque todavía quedan varias causas pendientes de resolución, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana avaló la retirada de la Cruz, advirtiendo al tripartito que la debe conservar por si los jueces, finalmente, acaban avalando que se reponga en su emplazamiento original.