Las juntas directivas de tres de las cuatro casas de la tercera edad de Torrevieja coincidieron a principios de diciembre pasado en registrar un escrito en el que amenazaban al alcalde con dimitir y movilizar a sus cientos de socios si no se ponían en marcha las cafeterías de estas instalaciones, cerradas por el Ayuntamiento al carecer de contrato desde finales del anterior mandato municipal. Sin que la adjudicación que pueda permitir su reapertura esté lista pese a que se inició en el anterior mandato municipal.

Los escritos indican que cumplirían su amenaza antes de finalizar el año. Algo que no ha ocurrido. En el documento, presentado al unísono, con el mismo argumentario, y en el que solo cambia el nombre del centro y el de los representantes de que lo firman, se dice que «hace tiempo que no disponen de cafetería bar, lo que implica que no se puedan hacer muchas actividades que son habituales y que se realizan gracias a la prestación de dicho servicio».

El documento señala que estos centros son «lugares de convivencia donde se citan muchas personas jubiladas que no trabajan, cuya distracción principal consiste en reunirse en el local y disfrutar de las actividades cotidianas en compañía de otros jubilados, y no se comprende que no se pueda tomar ni un café», ni realizar los bailes «que tango gustan» por falta de servicio de cafetería. «Si esta situación se mantiene y no se reapertura dicho establecimiento de bar cafetería en lo que queda de año», advertían.

El documento está firmado por Alejandra Carricondo y Bianca Sanpablo por el centro de la Tercera Edad de El Acequión; Ignacio Gómez y Joaquín Perdices en el caso del Centro de La Mata, y José Torres y Pablo Mendiola como presidente y vicepresidentes de la junta directiva de Pedro Lorca.

La edil de Bienestar Social y Mayores, Fabiana Ibarra (PSOE) explicó ayer que una vez que recibió estas misivas comenzó a entrevistarse con los responsables de cada una de las cuatro casas de la tercera edad, además del grupo de vecinos que se ha querido implicarse en la gestión del Centro Municipal de Ocio, conocido popularmente como Macrodiscoteca de la Tercera Edad, y que también se ha quedado sin cafetería.

En esas reuniones se les ha facilitando documentación pública sobre el expediente de adjudicación en el que queda claro que se inició en el anterior mandato municipal y que casi dos años y medio después los funcionarios no han podido culminarlo. Mientras tanto se iban cerrando las cafeterías «porque no se pueden adjudicar unos servicios que al mismo tiempo se esté prestando», aunque fuera sin contrato -en el caso de la «Macro» durante muchos meses-.

La edil asegura que los responsables de los centros han entendido estas explicaciones -con lo que habría paralizado la movilización y las dimisiones-, pese a que el municipio no puede garantizar en ningún caso cuando se adjudicarán los servicios.

Jurídico

¿Por qué no se ha adjudicado el contrato pese a que el procedimiento lo inició la edil de Tercera Edad del anterior mandato? Según el expediente está relacionado con un galimatías jurídico en el que se ha embarcado la Intervención municipal.

Este departamento reclamó en julio de 2015 un «contrato administrativo especial» cuando el procedimiento anterior se estaba tramitando como de servicios cuando ya estaba listo el «administrativo especial» por parte del área de Contratación-Secretaria y Servicios Sociales, el 13 de noviembre de 2017. Intervención volvió a reclamar a todos los departamentos implicados que se volviera a la casilla de salida: que se tramitara un contrato de servicios, aludiendo al criterio de la Junta de Consultiva Contratación de Aragón...