La concejal de Seguridad Ciudadana y Festividades del Ayuntamiento de Orihuela, Mariola Rocamora (PP) ha sido absuelta por el juzgado de instrucción número 2 de Orihuela de un presunto delito de amenazas a un funcionario del ayuntamiento oriolano que la denunció. Ambos se vieron las caras en un juicio rápido que se celebró el pasado 19 de diciembre en el Palacio de Justicia de la capital de la Vega Baja.

Los hechos se remontan al 15 de diciembre cuando la edil y el funcionario se encontraron en el interior de un conocido bar del centro de Orihuela sobre las 20 horas. En un momento dado el trabajador público se dirigió al cuarto de baño y un conocido le hizo un comentario, bromeando: «vaya barriga que te has echado», a lo que éste respondió «esta es la barriga de funcionario, la buena vida». Un comentario que escuchó Mariola Rocamora y que no le gustó, por lo que decidió seguirle al aseo, donde ambos se enzarzaron en una discusión.

Según el testimonio del funcionario, Rocamora le empujó varias veces, le zarandeó, produciéndole varios arañazos, que no requirieron para su recuperación de ningún tipo de tratamiento médico y en la sentencia tampoco se alude a ningún parte de lesiones. Según una primera declaración del funcionario, la edil se habría dirigido a él en tono amenazante diciéndole que haría todo lo posible para echarle de su puesto de trabajo, lo que la juez estipula que no ha resultado acreditado. El trabajador del Ayuntamiento de Orihuela no hizo referencia en el juicio a ninguna amenaza por lo que los hechos denunciados se consideran como no probados y se absuelve a la concejal en esta sentencia fechada el 2 de enero.

Uno de los testigos, por el contrario, señaló en el juicio que fue el funcionario quien le dijo a Mariola Rocamora que la quería ver «muerta políticamente». La magistrada, no obstante, señala en la sentencia que el trabajador público explicó en el juicio de forma «clara, coherente y contundente», cómo ocurrieron los hechos, pero «no hace referencia a ninguna amenaza», como tampoco lo hicieron los testigos en la sesión.

Caso contrario a las lesiones que mostró el denunciante las cuales, según la jueza, quedaron acreditadas tanto por la declaración de uno de los testigos que presenció los hechos como por otro que no los vio pero que no los pudo negar. Sin embargo, el abogado del denunciante no formuló ninguna acusación por el delito leve de lesiones, por lo que aunque la juez considera acreditado que la edil arañó al funcionario, al no presentarse cargos no se juzgó ese presunto delito de lesiones.

El Ministerio Fiscal solicitó la libre absolución de la denunciada por falta de pruebas que demostrasen los hechos denunciados, mientras que la acusación pedía la condena por un presunto delito leve de amenazas penado con 3 meses de multa y una indemnización de 30 euros por perjuicio personal básico, lo que no ha prosperado tras la absolución de la edil oriolana. La magistrada declara las costas de oficio.