El Ayuntamiento de Torrevieja, en colaboración con la empresa que mantiene parques y jardines, acaba de instalar 110 nidos especiales para gorriones comunes en las zonas de verdes de la ciudad. El edil de Parques y Jardines, Domingo Soler (APTCe), anunció esta iniciativa «para salvar a estas aves que forman parte de nuestro paisaje y que antes se refugiaban en los tejados y que por el tipo de construcción que en la actualidad se realiza no tienen sitio para reproducirse».

Los nidos, que están hechos con tablero marino para que no se hinchen con la lluvia, tienen unos agujeros adaptados al tamaño de estas aves para que no entren otro tipo de aves o mamíferos -como ardillas- y sirvan para cumplir su objetivo. La población de gorriones, unas aves muy cercanas al entorno humano, está cayendo en picado en zonas urbanas.

Según la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) el número de gorriones comunes ha descendido un 15% en los últimos quince años en España. Aunque no hay datos concluyentes, el mal estado de la salud actual de estas pequeñas aves, que dependen tanto de la actividad humana, parece estar relacionado «con el exceso de contaminación atmosférica y la falta de alimentos necesarios para el mantenimiento de una dieta equilibrada», según SEO, pero también con la reducción de espacios verdes urbanos, no solo adaptados al uso y disfrute de los ciudadanos, también de estas aves.

Los gorriones también realizan una labor de «limpieza» en el medio. Sobre todo de restos de comida, y en época de reproducción, en primavera, también comen muchos insectos. Entre otros, escarabajos de picudo rojo, aunque no hay constancia que sean una herramienta biológica para luchar contra la plaga. No todas las administraciones están por la labor de facilitar el medio a los gorriones. El Ayuntamiento de Elche acaba de anunciar un método inocuo para evitar que estas aves aniden en los árboles el Passeig Eres de Santa Llúcia, por las peticiones de vecinos por la caída de excrementos en la explanada. La iniciativa ha cosechado un aluvión de críticas.

En Torrevieja, hay otros frentes abiertos con las aves urbanas. Por ejemplo, las constantes quejas de los vecinos del centro, en especial las calles Azorín, Chapaprieta, Plaza de Santa Isabel y Canónigo Torres por la proliferación sin control de palomas, que antes "desaparecían"; mientras que desde hace años se mantiene un plan de recuperación de murciélagos, una especie protegida que además sí realiza una labor de control de plagas de insectos, en especial los mosquitos,