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Alicante exporta agua desalinizada a Murcia tras invertir 11,4 millones en adaptar la red

La sequía obliga a duplicar el uso de agua desalada para consumo humano, que supone ya el 62% del total que gestiona el Taibilla

Adolfo Gallardo y Carlos Conradi, en la comparecencia de ayer. m. a. r.

La Mancomunidad de Canales del Taibilla ha concluido una serie de obras de emergencia por valor de 11, 4 millones de euros para poder readaptar sus redes y hacer frente a las nuevas demandas de agua surgidas por la extrema sequía. El cierre del trasvase del Tajo ha obligado a potenciar el uso de las plantas desalinizadoras ubicadas junto al mar. Esto ha supuesto un cambio de escenario porque las canalizaciones no estaban preparadas para impulsar el agua desde la costa hacia el interior, dado que funcionaban por gravedad. Para sortear esa dificultad se han puesto en marcha una serie de infraestructuras que posibilitarán llevar agua desalinizada para consumo doméstico a más municipios e introducir en el sistema 15 hectómetros cúbicos adicionales cada año. Esto permitirá incluso que las desalinizadoras alicantinas envíen agua a la vecina región de Murcia.

El agua desalinizada supone hoy la principal fuente de suministro para los 80 municipios de Murcia, Alicante y Albacete que son abastecidos a través de Mancomunidad. La situación ha dado un giro de 180 grados en el último año. En noviembre de 2016 el agua que salía por el grifo de los usuarios procedía en un 26% del Taibilla, un 28% de desalación y un 46% del trasvase del Tajo. Un año después esos porcentajes han cambiado y la desalinización supone el 62% del total, mientras que el aporte del Taibilla se ha mantenido y el del Tajo ha desaparecido, supliéndose en parte (12%) con recursos extraordinarios procedentes, por ejemplo, de acuíferos.

El presidente y el director de la Mancomunidad del Taibilla, Adolfo Gallardo y Carlos Conradi, respectivamente, comparecieron ayer para explicar cuáles son los cambios que se han tenido que acometer para reordenar toda esta situación y, en definitiva, garantizar que el agua potable siga llegando sin restricciones a una población que suma cerca de 2,5 millones de personas. En ese sentido explicaron que para poder potenciar el uso de agua desalinizada se han llevado a cabo cuatro obras de relevancia.

Mejoras en el sistema

En Jacarilla, junto al embalse de La Pedrera, se ha habilitado un depósito con capacidad para 60.000 metros cúbicos de agua. Esta infraestructura actuará como un centro de reparto y recibirá agua desalinizada procedente de la planta de Torrevieja y de las dos de San Pedro del Pinatar (Murcia). Con ello se dará servicio la zona costera de la Vega Baja, Alicante, Murcia y Cartagena.

Otra de las novedades ha consistido en reforzar la estación de elevación de agua ubicada en Benferri, que sirve para derivar agua a Alicante y Murcia. Hasta ahora tenía capacidad para elevar 900 litros de agua por segundo y ahora podrá hacer lo propio con 1.150 litros, lo que posibilitará el reparto de un mayor caudal. También se ha actuado en el canal que lleva el agua hasta Alicante, con una capacidad adicional para transportar 5 hectómetros cúbicos de agua procedente de desalinizadoras.

En la planta de Águilas se han hecho cambios para poder introducir tres hectómetros cúbicos en las redes de la Mancomunidad y llevar agua hasta Lorca y el Valle del Guadalentín.

Con toda esa serie de modificaciones que han costado 11,4 millones de euros -financiados por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente- la Mancomunidad asegura que será capaz de introducir en el sistema 15 hectómetros cúbicos más de agua desalinizada. Ello permitirá poner en marcha plantas como la de Mutxamel, que actualmente apenas tiene actividad. «Con estas obras de emergencia conseguimos garantizar que a la mayor parte de la Mancomunidad llegue el agua desalada», anunció ayer Conradi.

Más cara

Toda esta serie de cambios para suministrar agua en situación de sequía han encarecido el sistema de producción. El agua desalinizada y la maquinaria para impulsar su distribución ha disparado el coste energético. El presidente de la Mancomunidad dijo ayer que se ha producido un «desequilibrio» en las cuentas de este organismo puesto que las tasas que pagan los Ayuntamientos y, en definitiva, los ciudadanos, están por debajo de los costes. Hasta el momento, según señaló Adolfo Gallardo, esa diferencia se está asumiendo con el presupuesto de la Mancomunidad, que detrae ese gasto adicional de su partida para invertir en infraestructuras. No obstante, el presidente admitió que esa situación no se podrá aguantar mucho más tiempo. «Trabajamos para que no suba la tasa, pero si la situación (de sequía) se prolonga y en primavera sigue sin llover, habrá que plantearlo», añadió. El mismo no descartó que esa subida se aplique este mismo año.

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