Muchos se han preguntado estos días qué hace con unas pinzas, una bolsa de plástico y ropa deportiva esa peatón en el principal acceso desde el sur de Torrevieja. Es solo un gesto solitario pero también solidario y llama la atención de los conductores. Una mujer recoge pacientemente y de forma metódica las basuras acumuladas junto a una de las principales carreteras de Torrevieja. La ven quienes se dirigen a la circunvalación, los que van al Hospital Universitario o a Los Balcones.

Susanne (49 años) ha retirado cientos de kilos de residuos en los últimos 15 días. Va apilando las bolsas de basuras llenas y luego se las lleva. Lo hace porque sí. Se encuentra bien haciéndolo y no espera nada a cambio. Le parecía que tenía que ponerse manos a la obra. No entiende cómo un paisaje con "ese sol y esas lagunas" esté lleno de porquería y nadie le importe, explica a INFORMACIÓN.

"Tengo que hacer algo por el lugar que tanto quiero". A ella esta porquería acumulada en los peligrosos márgenes de la carretera, usados por muchos peatones pese a no contar con acera transitable, no le cuadra. Sobre todo esas montañas de colillas o las bolsas grandes y pequeñas, y todo tipo papeles, plásticos y botellas. Este tramo de la carretera hipersaturada parece el cenicero de los 15.000 vehículos que la transitan a diario.

Cuando llegó de vacaciones desde Alemania, su país de origen, y paseaba entre la zona de las playas y Los Balcones, donde pasa las vacaciones en casa de su suegra decidió que podía hacer algo. Fue a un «chino» y compró por 4,5 euros unas pinzas. Desde esa jornada de Navidad ha dedicado varias horas al día a recoger basura. Sobre todo enganchados en la valla de la finca agrícola. Susanne explica -mientras sigue recogiendo con sus pinzas «de los chinos»- que le planteó a su marido consultar en el Ayuntamiento o a cualquier entidad pública sí se podía hacer algo más. Pero el marido, mejor conocedor de la peculiar idiosincrasia española "se sonrió" y le dijo que "no se molestara en acercarse". España es diferente. Pero la realidad no le cortó la iniciativa a Susanne. La conservación de la carretera es cosa de la Generalitat y los márgenes solo están disponibles para realizar un desdoblamiento pendiente desde hace casi 15 años. Nadie va a hacer lo que ella hace. Susanne tiene faena para rato.