Diez años de trámites ha necesitado el Ministerio de Fomento para aprobar de forma definitiva el proyecto para ampliar la Autovía del Mediterráneo A-7 con un tercer carril entre Orihuela y Monteagudo (Murcia).

Se trata de un vial por el que circulan cada día 47.000 vehículos y la inversión necesaria para acometer la obra alcanza los 84,3 millones de euros. Este proyecto se une a otro que se terminó de redactar en 2016 y que comprende habilitar también un tercer carril en el tramo que discurre entre las localidades de Crevillent y Orihuela, presupuestado en 81,5 millones de euros y que está pendiente de ejecución.

La longitud del tramo que se prevé ampliar desde Orihuela hasta la región murciana alcanza los 14,4 kilómetros y servirá para descongestionar este vial, que acoge una densa circulación de turismos y también de vehículos pesados, que suponen casi el 20% del total.

En concreto, el proyecto aprobado ahora se inicia a la altura del punto kilométrico 545, junto al enlace de Orihuela-Benferri, para dirigirse hacia Murcia, a la altura del punto kilométrico 559. Cuenta con tres enlaces y un total de 20 estructuras conformadas por 10 pasos inferiores, cinco pasos superiores y cinco viaductos. Con objeto de mejorar la seguridad vial y cumpliendo la norma de trazado, se ha previsto la construcción de un cuarto carril entre el enlace de Santomera-Abanilla y el área de servicio de Santomera.

Barrera de seguridad

En esta misma línea de mejora de la seguridad vial, se colocará en la mediana separadora de los sentidos de circulación una barrera de seguridad de la máxima contención para evitar el cruce de calzada de vehículos de gran tonelaje. Asimismo, se han proyectado zonas de sobreancho en las curvas para mejorar la visibilidad de los vehículos que circulan por la autovía.

Durante la redacción del proyecto se han mantenido contactos con las distintas administraciones responsables del control y seguimiento de los aspectos medioambientales para conseguir la «máxima» adaptación del proyecto y para minimizar las afecciones al entorno, incluyéndose las medidas correctoras, indicaron las mismas fuentes.

Entre las medidas ambientales incluidas, valoradas en unos 4,5 millones de euros, destaca la colocación de pantallas antirruido, pavimento asfáltico fonoabsorbente, reciclado de mezclas bituminosas, adaptaciones de pasos para la fauna, reposición de vías pecuarias, revegetaciones y medidas de protección de los suelos y de la vegetación existentes. La aprobación definitiva del proyecto apareció ayer publicada en el Boletín Oficial del Estado.

Con el visto bueno a ese proyecto, Fomento tiene ya sobre su mesa todo lo necesario para ampliar la A-7 entre Crevillent y Murcia. El tramo anterior, entre Elche y Crevillent, cuenta desde 2008 con tres carriles por sentido, lo que en ocasiones produce ciertas retenciones al tener que concentrarse todos los vehículos en dos carriles. Eso ocurre desde Crevillent en dirección a Orihuela. Se trata de un espacio de 17 kilómetros de longitud y la obra tiene un coste de licitación de 81.613.488 euros. La sección tipo de la ampliación de ese tramo es de 3,50 metros de carril, 2,50 metros de arcén derecho y 1,60 metros de berma exterior. Así, los enlaces de Crevillent-Catral, Albatera-San Isidro, Granja de Rocamora-Cox, N-340 Redován y Orihuela-Benferri se reordenarán para transformarlos «en enlaces de tipo diamante con glorietas». En lo que respecta a las estructuras, se ampliará la plataforma de 15 viaductos y se adapta el gálibo horizontal de 13 pasos superiores. De igual forma, se dotará a la mediana en toda la longitud del proyecto de un sistema de contención de vehículos que impida la invasión de la calzada en sentido contrario, incluso por los vehículos pesados. El proyecto prevé asimismo la adopción de medidas de protección acústica para las zonas urbanizadas próximas a la autovía.