Con la instalación de un enorme andamio un empresa especializada en rehabilitaciones ha comenzado en las últimas semanas la renovación de la fachada del edificio «La Paz», emblemático inmueble de Torrevieja. Los hay de similar altura, pero destaca como ninguno en la primerísima línea del skyline de su fachada marítima, entre el Paseo de Las Rocas y el mar.

Las viviendas de las catorce plantas de este edificio -un centenar-, construido en los albores del desarrollo turístico de la ciudad, se vendieron entre 1967 y 1968 por 435.000 pesetas unos 2.620 euros-. Aunque algunos apartamentos se ofertaban más baratos, hasta las 230.000 pesetas, según folletos publicitarios de la época. Era el «jurásico» de la promoción inmobiliaria y residencial en Torrevieja. «Disfrute de un buen ganado descanso, en un ambiente incomparable, sin agobios (sic), con un clima ideal todo el año, con festivales de España y concursos de Habaneras y masas corales, con club náutico (...) goce plenamente de sus deportes favoritos: baño, pesca, motonáutica». Y todo con «sesenta meses a pagar».

Su construcción en pleno desarrollismo de los sesenta supuso todo un hito de modernidad en aquella población de casas de planta baja que despertaba al turismo de masas con altos edificios como La Gaviota (en el centro urbano),y otros de insólito diseño redondo como El Blin (en la playa del Acequión). No fue hasta los años 80 cuando el Plan General de Torrevieja impuso la limitación constructiva de 6 plantas en altura, por eso destacan ahora entre la «armonía» urbanística del resto de la ciudad. Porque mientras el espejo turístico de Benidorm crecía a lo alto, en Torrevieja se optó por crecer «a lo ancho» extendiendo por su término municipal miles de viviendas residenciales y adosados de planta baja.

La Paz surgió como uno de los primeros «rascacielos» en Torrevieja. Su promotora inmobiliaria madrileña lo publicitaba desde la calle Serrano como un idílico «cóctel de la Paz», donde «el sol embotellado», las palmeras, las playas de Torrevieja y «mucho de felicidad» serían la combinación perfecta para el descanso y el «lujo residencial». Con un estilo más naif, pero el mensaje, como las estrategias de venta ( viaje gratuito al destino), siguen siendo las mismas 50 años después.