Los vecinos de la urbanización de Montepinar en Orihuela están hartos de soportar los malos olores que emanan de una fábrica de fitosanitarios situada a tan solo 150 metros de sus viviendas. La situación, aseguran, es inaguantable al tener que permanecer todo el día con las ventanas cerradas y, lo que es más grave aún, denuncian que algunos residentes han tenido que acudir al hospital por los problemas respiratorios que tienen derivados de la actividad de esa empresa, por la supuesta toxicidad.

Para expresar su rechazo a la actividad de la fábrica, hoy a las 10 de la mañana, protagonizarán una movilización en el inicio de la senda de subida a la Cruz de la Muela situada en Montepinar, precisamente donde se inicia la salida del cross de montaña «Orimuela» en la que participan numerosas personas. Los vecinos llevarán máscaras puestas como las que, dicen, van a necesitar para soportar los fuertes olores de la fábrica. «Hemos presentado escritos a la Conselleria de Medio Ambiente, a la Diputación y al Ayuntamiento de Orihuela, y lo único que hacen es pasarse la patata caliente unos a otros, estamos alarmados porque no nos dan ninguna solución y son años soportando ruidos y malos olores de una fábrica cuya actividad, la propia Generalitat Valenciana, ha calificado como de las más peligrosas» se queja el presidente de la Asociación de Vecinos de Montepinar, Manolo Calleja.

Los residentes han interpuesto varias denuncias ante la Policía Local y tienen diversos partes médicos por los problemas de salud que está provocando, según estos vecinos, la enorme fábrica dedicada a la formulación y envasado de productos fitosanitarios. «No hay quién viva aquí y hemos denunciado que ese tipo de fabricación no puede hacerse tan cerca de un núcleo urbano, aunque no nos hacen caso». El lunes, el abogado de los vecinos presentará todas las denuncias y una batería de peticiones en el registro del Ayuntamiento de Orihuela para que ponga solución a la «pesadilla» que denuncian los residentes. Si en 15 días no les responden, anuncian que acudirán a la Fiscalía.

Además, denuncian la peligrosidad de los depósitos que se sitúan cerca de la empresa, uno de ellos de butano, «que tememos que un día pueda explotar y aquí no hay ni plan de evacuación», señala.

Ampliación

La empresa se presenta en su página web como una mercantil familiar con 50 años de experiencia y con las más modernas instalaciones para la formulación y envasado de fitosanitarios. Y anuncia que está en trámites para obtener «permisos y licencias para la ampliación de la fábrica y dotarla con su segunda planta W.D.G. que permitiría duplicar la actual capacidad de fabricación de productos granulados», además de proyectar «a mediano-corto plazo la producción de biopesticidas en formato líquido». Este periódico intentó contactar sin éxito con la mercantil.

Los vecinos de Montepinar, además, exigen al Ayuntamiento la recepción de la urbanización, con 250 viviendas, ya que llevan 4 años esperándola con los problemas que supone esta situación al no poder conectarse a la red de alcantarillado ni dar de alta nuevos contratos de luz o agua. «Estamos en suelo urbano, por lo que pagamos todos los impuestos, pero no recibimos servicios» concluye Calleja.