Las obras que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) está llevando a cabo para quitar los lodos del río Segura a su paso por el centro de Orihuela no se están llevando a cabo con la delicadeza que estos trabajos requieren cuando se están haciendo sobre una estructura que data de, nada más y nada menos, que los siglos XIV y XV. Varios camiones estuvieron trabajando en el día de ayer para tapar los lodos, pero no sólo acabaron con ellos, sino que varios sillares medievales de los azudes han resultado dañados e, incluso, algunos tapados con piedras, según denunció la Asociación Castillo de Orihuela.

Este diario fue testigo de los trabajos realizados en el río, justo en el lugar donde se sitúa el enorme escudo que decora el azud, junto al Puente Nuevo. Los camiones y las máquinas estuvieron removiendo el terreno y vertiendo piedras procedentes de canteras directamente sobre uno de los laterales donde están colocados los azudes de Callosa, Almoradí y El Escorratel. Los camiones, cargados, iban y venían accediendo por una rampa y un camino que se han construido para tal tarea de limpieza del cauce. De momento, se habían sepultado unos 5 metros de dos azudes que corresponden al año 1334 y 1430, según explicó esa asociación a INFORMACIÓN.

El portavoz de la Asociación Castillo de Orihuela, Juan Ignacio Caballero, denunció ayer lo que calificó de «atentado contra el patrimonio histórico de Orihuela». Caballero estuvo llamando, durante toda la mañana, a la Concejalía de Patrimonio del Ayuntamiento de Orihuela, a la Generalitat y a los servicios territoriales de Alicante, tras pasarse «la pelota» unos a otros, donde quedaron «en llamarme el lunes, pero ya veremos». «No sabemos si por desconocimiento de lo que significan esos azudes o por incompetencia están dañando una obra de ingeniería que se remonta a la época bajo medieval y que es única en la comarca», criticó.

Hormigón

Uno de los azudes se encuentra tapado con hormigón en la zona del escudo de la ciudad, lo que se hizo en los años 90 durante los trabajos de encauzamiento. Desde entonces, tanto éste como los otros dos azudes han sufrido diferentes agresiones que los han llevado a hacer casi desaparecer la sillería. «Si lo que hace la administración con estas escasas obras de ingeniería medieval es maltratarlas, deteriorarlas y meterlas bajo hormigón, nunca podrá optar esta ciudad por la declaración de Patrimonio de la Humanidad que pretende el Ayuntamiento», señaló Caballero.

Estos azudes forman parte de la historia de Orihuela. Además de su importancia para hacer llegar el agua del Segura a la huerta de la comarca, estas construcciones medievales fueron protagonistas durante la Guerra de los Dos Pedros según relata el cronista Pedro Bellot en sus «Anales de Orihuela» tras sitiar la ciudad el ejército del Reino de Murcia y, a través de estos azudes, una compañía se abrió paso en mitad del caos de la batalla para tratar de tomar el arrabal de San Agustín, lo que evitaron los vecinos de Orihuela. Sepultando estas piedras de sillería y los azudes también se sepulta la historia de Orihuela, cuyo patrimonio histórico, muy rico, se encuentra muy deteriorado.

Este diario se puso en contacto con la CHS para ofrecer su versión, pero no obtuvo respuesta alguna sobre esta insólita situación.