La necesidad de una planta de transferencia de basuras en Orihuela, el municipio más extenso de la Vega Baja, y cuyo Ayuntamiento se mostró dispuesto a acoger esta instalación, pasa por la iniciativa privada. El pasado viernes por la mañana una conocida empresa de servicios registró un completo proyecto para desarrollar esta actividad, ofreciendo unos terrenos cerca de la ciudad bien ubicados y que, a priori, son idóneos para albergar una planta de transferencia, que no necesita más que la construcción de una nave con garantías de evitar olores y un amplio espacio para que los camiones de basura puedan traspasar su carga.
Se descarta así que el ofrecimiento que realizó el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, hace unas semanas -aunque dejó claro que su disposición a que Orihuela albergue esta planta viene desde el inicio de legislatura- sea para ofrecer una parcela municipal, como ocurrió esta misma semana con Dolores, donde la empresa pública Vaersa tiene intención de levantar una planta de transferencia en unos terrenos de 6.600 metros cuadrados que ha ofrecido el ayuntamiento de esta localidad.
En Orihuela sólo hay una parcela de titularidad pública en suelo industrial. Se trata de unos terrenos situados a la entrada del Polígono Industrial Puente Alto, que actualmente sirve de aparcamiento de los camiones de basura y de otros útiles de RSU. Sus 4.000 metros cuadrados permitirían ubicar una instalación de este tipo ya que el Consorcio Vega Baja Sostenible estipula un mínimo de 3.000. Sin embargo, una línea eléctrica atraviesa esta parcela, lo que la descarta para que pueda construirse allí una nave para transferir basuras. De hecho, ya había un proyecto la pasada legislatura sobre estos terrenos para ubicar la planta, pero esta circunstancia lo hacía inviable. El Consistorio, eso sí, tiene previsto instalar allí un Ecoparque.
El Consorcio de basuras de la Vega Baja, formado por los 27 municipios de la comarca y presidido por el alcalde de Rafal, Manuel Pineda, tendrá que estudiar el proyecto presentado por esa empresa en Orihuela. Las bases permiten que sea la iniciativa privada quien acometa la instalación de las plantas de transferencia, siempre con el visto bueno de los técnicos en cuanto a su idoneidad. En la Vega Baja el Consorcio ha proyectado dos infraestructuras de este tipo que estarían ubicadas en Dolores y Orihuela y que serían provisionales hasta la construcción de una planta de tratamiento de residuos.
El Consorcio dispone de 15 días para contestar a la propuesta presentada. Si los terrenos son idóneos deberá sacar a licitación la construcción de la planta para que, por libre concurrencia, se puedan presentar las mercantiles interesadas y que en un plazo no mayor a 2 meses pueda adjudicarse.
Aunque el suelo no sea industrial podría albergar una planta de transferencia de basuras con una serie de tramitaciones administrativas que tendría que hacer la Generalitat. Un suelo terciario o no urbanizable podría acoger la instalación con una Declaración de Interés Comunitario que tiene que conceder el gobierno autonómico del que, al fin y al cabo, dependen los diferentes consorcios de residuos. El PGOU contempla ese uso, pero el Consell lo debe aprobar.
