La extrema situación de sequía que vive la huerta de la Vega Baja se complica cada vez más. Los agricultores contaban hasta ahora con el aporte de agua desalinizada de la planta de Torrevieja como única tabla de salvación, pero ahora perderán este recurso. Así lo aseguró ayer el presidente de la Federación de Comunidades de Regantes de la Comunidad Valenciana (Fecoreva), José Antonio Andújar, quien anunció que la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) va a prohibir verter más agua desalinizada al pantano de La Pedrera para evitar que aumenten los niveles de boro porque sería perjudicial para las cosechas.

Andújar explicó ayer que el agua que se trata en la desalinizadora se mezcla después con recursos que proceden del trasvase Tajo-Segura, de forma que se equilibran los niveles de boro. Sin embargo, los aportes que llegan del Tajo se han visto reducidos a cero, de ahí que, siempre según su versión, no se pueda añadir más agua de origen marino a La Pedrera.

«Lamentablemente, si no tenemos recursos de agua de río la desalinización no puede funcionar», aseveró el también presidente de la Comunidad de Regantes Riegos de Levante Margen Derecha del Segura. La situación a la que está llegando parte del campo de la Vega sirvió ayer a José Antonio Andújar para contestar a algunas comunidades de regantes que «sin pensar muy seriamente lo que dicen, piden que se aumente la desalinización y que con eso se apañen» las zonas en sequía. «Con esa agua sola no podemos regar sobre todo las zonas en las que hay arbolado porque el boro produce la posibilidad de que sequemos los árboles, y eso sería una irresponsabilidad». Por ello, la Confederación «nos ha comunicado que todo lo que produce (la desalinizadora de) Torrevieja tiene que pasar al consumo urbano, porque al no haber agua para mezclar no se puede usar sola», prosiguió.

Andújar realizó ayer estas declaraciones en una reunión celebrada en Los Montesinos a la que acudieron representantes de comunidades de riego así como numerosos políticos, entre ellos el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, los representantes de PP y PSOE en la provincia, José Císcar y David Cerdán, respectivamente, así como diversos diputados provinciales, alcaldes y concejales.

Aunque la reunión tenía por objeto abordar algunas de las claves del XIV Congreso Nacional de Comunidades de Regantes, que se celebrará en 2018, lo cierto es que sirvió más bien como un foro provincial para tratar la «angustiosa» situación que vienen sufriendo los agricultores por la falta de recursos para mantener la producción.

Andújar presentó un proyecto encargado por los regantes del Tajo-Segura que aborda propuestas para garantizar el agua en el Levante español acometiendo diversas infraestructuras, como trasvases desde cuencas excedentarias hasta las deficitarias o la creación de nuevos embalses. Según los regantes, ese documento ya está sobre la mesa del Gobierno central. El mismo se quejó de que la ministra de Agricultura, Alimentación y Pesca, y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aseguró que implementar un Plan Nacional del Agua sería una prioridad, y dijo que los meses pasan y todavía no se ha abordado con la celeridad necesaria.

Con la invitación de César Sánchez a dicha reunión lo que pretenden los regantes es que la Diputación asuma como propio ese proyecto ante el Gobierno central y que el Pacto Nacional del Agua «tenga una base para cubrir los déficit estructurales que tiene la Comunidad y que las conexiones entre cuencas sean una realidad». Ese proyecto se contempla las necesidades de los que cederían agua así como el caudal necesario para preservar el medio ambiente.

El presidente de Fecoreva dijo que en España se vierten 45.000 hectómetros cúbicos de agua al mar, mientras que el sureste español apenas necesita 1.200 hm3. «Nuestra petición es que el agua que acaba en el mar y no se necesita se redistribuya por España».