¿Podría ser el turismo de calidad salvavidas de la actividad pesquera, y en especial de la artesanal? Un turismo que no busca solo sol y playa. Quiere ahora experiencias gastronómicas y tradición. Aunque no es fácil en un sector con escasos recursos, expertos participantes en las II Jornadas Profesionales sobre Pescaturismo creen que sí es posible. Y de hecho funciona en algunos puertos españoles.Organizadas por la Agencia Valenciana de Turismo. y con más de 80 inscritos, entre profesionales del mar, representantes de cofradías y estudiantes analizaron en Torrevieja las posibilidades de convertir la pesca tradicional y todo lo relacionado con la cultura de la faena en el mar, en un atractivo turístico, ahora que la legislación valenciana ya lo contempla.

El ejemplo más ilustrativo de este tipo de experiencias es el de los grupos de turistas que se embarcan para experimentar la faena en la mar. Pero se pueden dar pasos más sencillos. La directora general de Turismo, Raquel Huete, la edil de Turismo, Fanny Serrano y el patrón mayor de Torrevieja, Pedro Carmona, aludieron a un proyecto de nueva lonja visitable, que en cualquier caso tardará años en ser una realidad.

Roger Llanes, director General de Pesca de la Generalitat, insistió en la necesidad de introducir el sector pesquero en la sociedad civil. Sostuvo que «hace falta una marca común entre las cofradías, un paraguas normativo que albergue las todas iniciativas pesqueras: desde el turismo acuícola al pesquero a las demostraciones de pesca». Actividades complementarias al sector que «den lugar al cambio de concepto y estén reguladas». «Ya no vale solo con el sol y la estancia», recordó Serrano.

Francisco García, administrador de Tripandfeel, firma que opera en Cagliari (Córcega) y Peñíscola, en función de su experiencia, asegura que la pescaturismo ayuda, sobre todo, a que los pescadores más jóvenes no tiren la toalla y se mantengan en la actividad. No solo porque le permite generar ingresos complementarios, también por mantener un tipo de pesca sostenible con rutas marineras, visitas a la subasta, degustaciones gastronómicas y talleres.

En este encuentro, en el que primero se realizó una visita a una zona donde faenaba un barco de artes menores, tuvo también mucho protagonismo la gastronomía. Tony Pérez, experto en la producción de salazones dio una charla los conceptos básicos de la degustación de salazones.

Por su parte, el investigador torrevejense de la Universidad de Alicane, Santiago García presentó las conclusiones del proyecto pionero de ubicación de nidos de lentisco y pino en el lecho marino con el objetivo de proteger y aumentar las puestas de huevos de cefalópodos -calamar y sepia- frente a los temporales de levante. La investigación ha demostrado que los nidos son especialmente utilizados para las puestas de calamar, en los que son más frondosos para el calamar, y que han servido como zona de refugio para pulpos y otras especies.

Aquí el vídeo en el que se recoge el trabajo de investigación impulsado por la sede universitaria de la UA