La laguna de Torrevieja contará con una zona acotada y autorizada para el uso terapéutico de los lodos, pero mantendrá la prohibición de baños en sus orillas y además establecerá sanciones de hasta 6.000 euros a quienes la incumplan.
Estas medidas se han precipitado por dos razones. El creciente uso lúdico de las orillas y las aguas de la laguna de Torrevieja y los primeros problemas de seguridad -la plataforma de extracción de sal estuvo muy cerca de alcanzar a dos bañistas que flotaban en medio del «charco»- lo que podía haber provocado un accidente grave.
Son los primeros pasos para regular el uso lúdico de las orillas de la laguna que ha impulsado la Generalitat Valenciana, competente en materia de Medio Ambiente. La normativa del parque natural prohíbe expresamente el baño en las lagunas, no solo porque no está regulado en su plan de uso y gestión y por su impacto ambiental, también porque esas lagunas forman parte de una instalación industrial y minera, arrendada a Patrimonio del Estado por el Grupo Salins. Es decir se solapan varias prohibiciones al tiempo. Sin embargo, los baños y el uso supuestamente terapéutico de los lodos se ha ido haciendo cada vez más popular. En especial en la orilla sureste de la laguna de Torrevieja, la más accesible, en paralelo a las urbanizaciones de Las Torretas y La Siesta, también como una zona lúdica para visitar las formaciones de sal en la laguna, el espectacular color rosa de las aguas y las puestas de sol.
El pasado miércoles agentes de la Policía Autonómica, junto a responsables de la explotación salinera Grupo Salins -que como arrendatarios de los terrenos y lagunas son los responsables de lo que ocurra en su cesión-, el Ayuntamiento de Torrevieja y personal del parque natural acudieron a esta zona para analizar de qué forma se podría acotar una zona exclusivamente para el uso de lodos. Allí, según fuentes consultadas por este diario, se encontraron de nuevo a numerosos visitantes, en especial rusos y ciudadanos de países del Este de Europa, que no atendían a la cartelería instalada a finales de agosto para advertir de la prohibición del baño, ubicada por la empresa salinera y facilitada por el Parque Natural. Esa zona de lodos, utilizados por sus supuestos beneficios para la salud, en especial para problemas dermatológicos, se habilitará en cualquier caso para el uso bajo, pero responsabilidad exclusiva de los visitantes. El uso las orillas para el baño de lodos no es nuevo. De hecho, es el que inspiró la construcción municipal de un balneario del arquitecto Toyo Ito, ahora abandonado en la punta de la Víbora, a escasos metros donde se concentran los turistas ahora.
Ni la dirección del parque, ni el Ayuntamiento de Torrevieja quisieron concretar detalles de esta iniciativa, a la que hizo alusión la concejal de Medio Ambiente, Fanny Serrano, en su última comparecencia pública para asegurar que anunciaría las medidas a adoptar más adelante. Tampoco lo hizo la salinera.
