El pirómano volvió a actuar ayer y volvió a esquivar el dispositivo de vigilancia dispuesto, que incluye agentes de la Guardia Civil. Como si se recreara en sus «hazañas», prendió fuego a la pinada muy cerca de la desembocadura del Segura con cuatro focos que volvieron a alarmar a la población.

Sobre el terreno solo se hallaron algunas cerillas. Como los efectivos del Consorcio de Bomberos y las brigadas forestales ya están sobreaviso desde hace más de una semana la zona, el rápido despliegue de medios ha permitido controlar y casi extinguir muy pronto el nuevo siniestro.Ardieron algo más de mil metros cuadrados en poco más de una hora.