Goteras, falta de aire acondicionado, salas en las que apenas caben dos personas y problemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida. Es lo que se encuentran centenares de vecinos de varias pedanías de Orihuela cuando acuden a sus consultorios médicos. Los peor parados son los de Correntías, Virgen del Camino y La Matanza donde los pacientes deben esperar a ser atendidos de sus dolencias o consultas en minúsculas salas y con humedades en las estancias.

Incluso, las sillas donde se sientan a ser atendidos tienen rotos los respaldos o los asientos, con la gomaespuma saliendo por los laterales, y se mezclan las sillas fijas con otras de escritorio con ruedas que los propios profesionales sanitarios ponen allí para sustituir las que se rompen. Es el caso del consultorio médico de Virgen del Camino, ubicado en los bajos en una vieja oficina municipal, las antiguas escuelas donde se atiende a unos 600 vecinos de esta pedanía oriolana, de La Murada (Orihuela) y de la vecina Callosilla (Callosa de Segura).

En sus escasos 35 metros cuadrados se juntan la sala de enfermería y atención al paciente, la del médico, una minúscula sala de espera y un baño al que no podría entrar alguien en una silla de ruedas, y eso que se trata de una instalación donde acuden pacientes que la necesitan. Las humedades son los acompañantes de esos pacientes. En las salas, los profesionales han tenido que instalarse ventiladores ante la falta de aire acondicionado que hace insoportable algunos días de calor extremo las consultas, poco iluminadas, donde apenas caben el médico o enfermero y el paciente, por lo que el material se amontona en los rincones y sus cajas se acumulan en cualquier lado.

Este local municipal cuenta con un problema añadido. Está situado en suelo considerado como vereda y no urbanizable por lo que el Ayuntamiento tratará de cambiar la modificación puntual del terreno. «Estamos pendientes de esa modificación que en la anterior legislatura no se hizo, al revés, se hizo una adjudicación para ampliar el consultorio que al llegar el PP al poder tuvimos que parar porque la Conselleria de Sanidad nos advirtió que no cumplía con los requisitos», señala la edil de Sanidad de Orihuela, Noelia Grao.

Humedades

En La Matanza la situación no es mejor. Los vecinos de esta pedanía se quejan de humedades en el consultorio médico, que el Ayuntamiento trató de eliminar hace unas semanas, según la concejal, aunque las goteras amenazan con volver en caso de lluvia.

En Correntías el consultorio no está en instalaciones municipales sino privadas. En 20 años apenas se han acometido reformas y el paso del tiempo se nota. Aquí se daba la paradoja de que ni siquiera cabía por la puerta una silla de ruedas, algo que se solucionó hace relativamente poco, pero no el resto de problemas de accesibilidad de este pequeño local, ni las humedades, comunes en muchas de las instalaciones sanitarias del municipio. La Concejalía de Sanidad ha incluido una partida para su reforma en los presupuestos de este año, aunque ha dejado fuera el centro de Virgen del Camino, sobre el que el PSOE presentó una enmienda para que se rehabilitara.

«Son muchos los problemas de los consultorios y por eso he hecho un dossier con todas las deficiencias tanto las que incumben al Ayuntamiento como al Área de Salud y las expondré a los responsables de este área en la reunión que mantendré el 10 de octubre con ellos, tras mucho insistir», manifiesta Grao.

Línea de ayudas

Para la edil socialista Carolina Gracia la mejora de los locales destinados a la prestación de asistencia sanitaria pasa por solicitar, desde el gobierno local, la línea de subvenciones de hasta 100.000 euros por proyecto que ha puesto en marcha la Conselleria de Sanidad. Según Gracia «el PP debe dejar la guerra con la Generalitat y reconocer que el ánimo de la Conselleria no es rebajar el presupuesto para el mantenimiento de los centros médicos, sino todo lo contrario, ya que con estas ayudas los ayuntamientos podrán decidir qué proyecto hacer y recibiendo dinero».

Sin embargo, en el gobierno local no lo ven tan sencillo. La edil de Sanidad asegura que ya se ha interesado por esas ayudas «pero los requisitos son muy restrictivos» y se las están «viendo y deseando» para tener toda la documentación exigida. Y critica que la Generalitat haya recortado en 40.000 euros anuales el anterior convenio de mantenimiento para 4 años que suscribió con el Ayuntamiento.

Una pequeña ayuda en comparación con los cerca de 600.000 euros que le cuesta a las arcas municipales mantener los diferentes consultorios médicos en las pedanías oriolanas, y que muchos necesitan de una buena inyección de dinero para salir de la UVI.