Dámaso Aparicio fue el gran ausente en la sesión ordinaria de ayer en Orihuela. Era el protagonista del pleno, junto a Emilio Bascuñana, aunque él no lo hubiera querido así. Aparicio, por ser el denunciante de un supuesto espionaje de sus conversaciones privadas en whatsapp. El regidor, por ser la persona sobre la que recaen, supuestamente, las acusaciones que tienen un expediente abierto en el Comité de Derechos y Garantías del PP.

Ayer decidió no acudir para evitar tener que votar la moción del PSOE en la que pedía la reprobación del alcalde oriolano, precisamente, por ese turbio asunto que él denunció ante el PPCV. Dámaso Aparicio fue la persona más buscada para saber las razones, que todos intuían, de su ausencia en el pleno, junto a la edil de Educación Begoña Cuartero, quien aparece en la denuncia de Aparicio como testigo. Este diario pudo contactar con el concejal de Aseo Urbano quien justificó su ausencia «para ser coherente con los pasos que he dado», en referencia a la denuncia que interpuso en su partido tras tener constancia de haber sido víctima de la sustracción de conversaciones privadas de su móvil personal y que han sido usadas contra él. «Quiero saber quién o quiénes, cómo y qué información se ha sustraído de mi teléfono», señaló ayer a INFORMACIÓN. Y dijo ser víctima de un «complot contra mí, que no les ha salido bien a sus responsables».

Emilio Bascuñana, como publicó este diario, acudió a Valencia, con esos mensajes para demostrar que Aparicio, entonces única persona que había expresado su intención de continuar al frente del PP local, le criticaba a sus espaldas. Un asunto muy feo que a Bascuñana no le dio el resultado que esperaba ya que en Valencia decidieron apoyar al que se ha convertido en su enemigo político.

Aparicio señaló al periódico que espera que el Comité de Derechos y Garantías del PP «aclare los hechos denunciados» y señaló que el pleno no es lugar para debatir este asunto que le afecta sino «los órganos internos de mi partido» aunque el concejal popular no descarta acudir a los tribunales para esclarecer el supuesto espionaje una vez que dicho Comité se pronuncie.

Por su parte, Begoña Cuartero señaló a este periódico que tras varios días con fuertes jaquecas ayer se le agudizaron y tuvo que ir al hospital.