La participación ciudadana en los plenos es algo que ayer se puso de manifiesto en Orihuela donde la sesión se inició dando el turno a los vecinos que, previamente, habían registrado las preguntas y ruegos que querían realizar en la sesión. Este ejercicio de transparencia y participación democrática expone siempre al político de turno a las críticas vecinales y eso ocurrió ayer. Un pequeño grupo de vecinos de Orihuela Costa, bajo el paraguas de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Orihuela Costa (FAOC) quiso trasladar al regidor, Emilio Bascuñana, las deficiencias que en materia de limpieza viaria y recogida de residuos llevan sufriendo desde hace mucho tiempo. El secretario de FAOC, Adolfo Hernández, preguntó por las medidas a tomar los «para que los ciudadanos de la costa dejen de tener un nivel tan deficiente de servicios, y cómo piensa solucionarlo». Hernández, además, pidió a Bascuñana que explicara los motivos «que han servido de base para la elaboración del presupuesto 2017 con una reducción de casi 1.000.000 de euros en RSU, Limpieza Viaria y Aseo Urbano, con respecto al gasto total realizado a finales de 2016».

Esta última cuestión no gustó al regidor que no tardó en desmentir al portavoz vecinal (el edil del área, Dámaso Aparicio no acudió al pleno) porque «los datos que maneja no son ciertos». Emilio Bascuñana añadió que la partida para limpieza urbana y recogida de residuos aprobada en los últimos presupuestos «supone un aumento en 900.000 euros con respecto al año pasado, y no lo digo yo, lo dice el interventor». El regidor reconoció que había problemas en el servicio en un municipio tan complejo como Orihuela y señaló también el «absentismo laboral impresionante que hay en este servicio y con condiciones en las que no se puede trabajar bien». Sin embargo, a pesar de las dificultades, dijo, «estamos cumpliendo con los vecinos de todo el municipio» y recordó que «Urbaser y la antigua UTE nos reclaman 20 millones de euros».

El representante de FAOC indicó en su intervención que «son dos años consecutivos que lleva la costa sufriendo graves carencias en la recogida de RSU, vaciado de contenedores de reciclaje, limpieza de viales y aceras, y aseo urbano», lo que supone que se acumulen «montones de basura y envases en el pavimento por falta de contenedores e impuntualidad en su recogida, auténtico atentado a la higiene y salubridad públicas».

Adolfo Hernández también expuso el reguero de lixiviados derramados por las calles «consecuencia de la obsoleta flota de camiones» y los viales sucios «que desprenden hedores insoportables, especialmente en las zonas contiguas a las baterías de contenedores, por falta de máquinas y trabajadores en la costa».También reclamó una mayor recogida de las podas y enseres en las calles.