La Cooperativa Eléctrica Benéfica Albaterense empezará a pagar una compensación a aquellos socios que disponen de placas fotovoltaicas y que producen más energía de la que gastan, una ventaja que la diferencia de cualquier compañía suministradora del país. El primer caso de ese tipo ya se ha dado en Albatera. Se trata de una familia que desde 2014 cuenta con placas solares para el autoconsumo pero hasta ahora no había podido legalizar su instalación debido a los condicionantes interpuestos por el desarrollo de la famosa normativa que grava el polémico «impuesto al sol». No obstante, ese es un pago que no tendrán que afrontar ya que sólo se aplica a quienes producen más de 10 kilovatios.

El vicepresidente de la Cooperativa, Francisco Rael, explicó que «al tener una instalación de autoconsumo la legislación obliga a que el edificio tenga un contador que registra lo que el usuario consume y otro que registra lo que vierte a la red». A ese respecto dijo que al ser la Cooperativa Eléctrica una entidad con carácter social «decidimos que vamos a compensar de alguna forma el vertido a red de los productores de energía solar» a diferencia «de cualquier compañía suministradora del país en la que el que vierte no tiene derecho a cobrar nada».

El sistema instalado por esta familia no tiene baterías, por lo que por el día se abastecen de la instalación solar y cuando el sol se pone consumen de la red. La instalación de esta familia es de 2,5 kilovatios, una potencia que no siempre se va a consumir, de ahí que el exceso se vierta a la red.

Los propietarios que se han pasado al autoconsumo energético cuentan que decidieron apostar por este tipo de instalación al ver que «la tendencia actual es que las casas tienen que ser cada vez más autosuficientes y energéticamente eficientes». «Planteamos esta instalación, para producir algo de energía y compensar la factura de la luz». Tanto Francisco Rael como la familia explican que estas instalaciones han ido bajando de precio a lo largo de los años y actualmente el precio de un kit de autoconsumo puede oscilar entre los 1.500 y los 4.000 euros, los más caros, para una instalación de una familia media. Otra de las ventajas de disponer este sistema en casa, es la contribución que hacemos al cuidado del medio ambiente ya que dejamos de emitir CO2 a la atmósfera.

Legalización

Desde la Cooperativa explican que la legalización de este sistema para el autoconsumo no ha sido fácil. Esta familia empezó a hacer la instalación en 2014 y tres años después «el 15 de septiembre de 2017 pusimos el contador, que es la finalización del proceso de legalización. Tres años que han sido un calvario tanto para la familia como para la Cooperativa» indica Rael. Al desconocerse como se aplicaba el «impuesto al sol» tras la publicación del Real Decreto que regulaba este tipo de instalaciones, «había mucha incertidumbre sobre el proceso de autorización, legalización y amortización de instalaciones de autoconsumo», concluye.