Faltan 11 días para que comience el curso escolar y los operarios de la empresa que está construyendo el nuevo centro educativo de Rojales han intensificado su trabajo para que todo esté a punto. El proyecto incluye un nuevo aulario que estará operativo desde el primer día, aunque el gimnasio y las pistas deportivas tendrán que esperar hasta que se pueda demoler el viejo edificio, algo que está previsto que se realice durante las próximas semanas. Con estas obras se verán atendidas por fin las demandas de la comunidad educativa, que lleva más de una década reclamando un nuevo centro que garantice la seguridad del alumnado.

El nuevo Colegio Público Poeta Miguel Hernández registra estos días una intensa actividad. En algunas áreas siguen trabajando los albañiles para terminar la obra y dar forma a sus distintos elementos, mientras en otras ya han entrado los equipos de limpieza para empezar a preparar las aulas que están finalizadas. Fue el pasado miércoles cuando se recibió un primer lote de mobiliario, como mesas y sillas, que ya se están disponiendo por distintas clases. Se espera que en los próximos días se complete hasta adecuar el resto de espacios.

El edificio principal dispone de dos plantas con aulas e incluye también espacios para biblioteca, despachos, comedor, aula de informática, conserjería, sala de profesores, ascensor y sistemas de seguridad como escaleras contra incendios. Incluye asimismo calefacción de gasóleo y con su construcción se han podido eliminar las fosas sépticas a las que se vertían las aguas residuales. Este inmueble será ocupado por los alumnos de quinto y sexto de Primaria, mientras que los de primero, segundo, tercero y cuarto utilizarán los antiguos «pabellones verdes». Aunque estos espacios ya fueron remodelados durante el último trimestre del pasado año, este verano se realizado nuevas mejoras.

Una vez que los alumnos comiencen sus clases se derribará el antiguo edificio que albergaba gran parte de las aulas. El espacio que quede liberado servirá para habilitar las nuevas pistas deportivas. También falta por construir el nuevo gimnasio. Aunque la estructura principal ya se ha levantado, por el momento no tiene ni el techo.

Los trabajos para la construcción del nuevo colegio fueron adjudicados en febrero de 2016 por la Conselleria de Educación a la empresa Ecisa, Compañía General de Construcciones, SA, por un importe de 2.785.000 euros más IVA. Eso ocurrió en febrero de 2016 y supuso una grata sorpresa para la comunidad escolar, que llevaba aguantando años de promesas incumplidas. El centro anterior tenía una antigüedad de cerca de cuatro décadas y presentaba diversas deficiencias, lo que motivó numerosas protestas y manifestaciones en la calle y en las redes. Ahora, por fin, están viendo que el proyecto se está convirtiendo en realidad.