48 horas después de los dramáticos atentados de Barcelona y Cambrils el pasado 17 de agosto, el Ayuntamiento de Torrevieja ya había "blindado" los principales accesos a los paseos de la fachada marítima con grandes bloques de hormigón.

El alcalde José Manuel Dolón (Los Verdes) aseguró en el minuto de silencio y concentración que se guardó en homenaje a las víctimas al día siguiente, el viernes 18 de agosto, que el Ayuntamiento haría lo que estuviera en sus manos y lo antes posible por adoptar esas normas de seguridad. Primero cruzando vehículos en los puntos estratégicos e incrementando la presencia policial. Y luego ubicando bolardos.

Algo que exigía un procedimiento administrativo de adjudicación para el suministro de maceteros y jardineras especiales que pudieran servir para este cometido. Sin embargo, Dolón, en esta ocasión, y ante la urgencia de la prestación que debía acometer, no le dio más vueltas administrativas, y ordenó de forma inmediata, y como alcalde presidente esa prestación de forma inmediata y por la vía de urgencia de esos elementos, incluso antes de que las fuerzas de Seguridad instaran a los municipios turísticos a tomar esas mismas medidas.

Seguramente va a ser el gasto sin consignación presupuestaria, ni contrato, - no se ha informado del importe- que mejor pueda defender durante este mandato, y que menos críticas de la oposición vaya a recibir.

Una empresa de construcción ubicó los elementos de protección -una treintena de grandes bloques de hormigón, como los que se utilizan en las carreteras para deslindar zonas de obras- en la mañana del sábado 19 en los paseos de Vista Alegre, Libertad y de Juan Aparicio. El aspecto del mobiliario era tan agresivo que se han estado repintando los extremos de rojo, y se han ubicado pivotes de plástico reflectores indicativos para evitar que los peatones "se topen" con ellos.

El Ayuntamiento tiene previsto sacar adelante ahora un contrato para que el suministro de material de este tipo sea más acorde con el paisaje urbano y el recorrido turístico que realizan miles de visitantes a lo largo de la fachada marítima de Torrevieja. Y al tiempo cumplan su función protectora y preventiva.

Junto con este despliegue de medidas también se ha hecho evidente, por orden de la Comandancia de Torrevieja, la presencia de patrullas de Guardia Civil con armas largas en algunos puntos estratégicos de la ciudad, mientras que los agentes de la Policía Local han hecho más habitual el uso de chalecos balísticos que sus compañeros de la Guardia Civil utilizan de forma sistemática cuando salen a la calle desde hace más de tres años.