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Orihuela activará la zona naranja en otoño y multará a quien aparque sin tarjeta

La concesionaria de la ORA detecta que un 60% de los coches estacionan mal en plazas para residentes pero no se imponen sanciones - Las multas por dejar el vehículo fuera del horario serán de 40 euros

En abril de 2016 se presentó el coche con lector de matrículas.

El Ayuntamiento de Orihuela está dispuesto a cumplir en su totalidad la ordenanza que regula el aparcamiento controlado en la ciudad y que distingue entre las plazas de zona azul (por las que hay que pagar dentro del horario establecido y fuera de éste son de libre estacionamiento) y las de la zona naranja (aquellas en las que se puede aparcar, previo pago, dentro de un horario y fuera de él están reservadas a residentes).

El edil del área, Juan Ignacio López-Bas, ha confirmado a INFORMACIÓN que el Consistorio estudia activar la zona naranja en otoño (a finales de septiembre o principios de octubre), una vez se haya acordado con la mercantil adjudicataria, Setex Aparki, multar a quienes no respeten el horario de aparcamiento única y exclusivamente para residentes.

Los controladores de la empresa concesionaria de la ORA en Orihuela vigilan que ningún vehículo aparque en la zona con bandas azules sin sacar el correspondiente tique, pero los aparcamientos reservados para residentes fuera del horario de zona azul (que es de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17 a 20 horas y sábados de 10 a 14 horas) no están siendo controlados, y los vecinos se encuentran con problemas para aparcar por las noches debajo de sus casas, lo que ha hecho que se interpongan numerosas quejas en el Ayuntamiento.

Lector de matrículas

En realidad, la zona con bandas azules y naranjas no ha llegado a cumplir su función en el año y ocho meses en los que gestiona el servicio de la ORA Setex Aparki. La intención de la mercantil, como ya se lo ha trasladado al Ayuntamiento, es regular el aparcamiento en las 250 plazas naranjas que hay en el casco urbano. Para ello, hace más de un año que adquirió un vehículo dotado con lector de matrículas a través de una cámara, para de esta forma vigilar que los coches que aparcan en las plazas para residentes estén acreditados para ello.

Sin embargo, este vehículo tan sólo se ha limitado en todo ese tiempo a hacer una serie de pruebas para comprobar cuántos conductores dejan sus coches en las plazas naranjas fuera del horario comercial, ya que dentro de éste funcionan como zona azul. La concesionaria ha detectado que el 60% de los vehículos que aparcan en estas plazas en horas sólo para residentes (entre semana, de 14 a 17 horas y de 20 a 10 horas, los sábados, a partir de las 14 horas y los domingos y festivos) no cuentan con la tarjeta. Algo con lo que quiere acabar el Ayuntamiento, por lo que, desde el próximo otoño, hará cumplir la ordenanza y multará con 40 euros a los vehículos mal estacionados.

El sistema detecta qué coches sí cuentan con autorización. Los residentes que aún no se han dado de alta como tales pueden solicitarlo y se les activará en el sistema, por lo que no necesitan de ninguna tarjeta física para acreditar su condición. No obstante, las primeras tarjetas de residentes se entregaron en 2012, tres años después de su implementación y a menos de 200 personas, pero nadie controló su uso y la anterior adjudicataria se limitó a verificar los tiques de la zona azul en horario del servicio. El vehículo «patrullará» a diferentes horas y todos los días, vigilando sobre todo el cumplimiento de la normativa en la zona naranja.

La intención de la Concejalía de Infraestructuras es llevar a cabo una campaña de concienciación y de explicación del uso de la zona con bandas azules y naranjas, unas semanas antes de empezar a imponer multas.

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