La incertidumbre sobre la posible falta de agua por el cierre del trasvase Tajo-Segura está llevando a muchos agricultores a plantearse una reducción de las plantaciones de invierno, que son las más rentables en la Vega Baja, y entre las que destacan el brócoli, las coles o la alcachofa. Según apuntan desde Asaja, los productores no quieren arriesgarse a perder sus cosechas por la falta de riego y algunos de ellos están optando ya por dejar la tierra en barbecho.

«El futuro de la agricultura está en manos de los políticos que no quieren traer agua aquí, quieren que compremos agua para amortizar las desaladoras, pero esas instalaciones producen muy poca agua y es carísima, no se puede pagar», señaló el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte. El mismo consideró que llegados a este punto y ante las previsibles restricciones de agua que puedan darse en la provincia, «los agricultores sólo tenemos confianza en que llueva o que quieran trasvasar».

Aniorte insistió una vez más en que la solución son los trasvases desde cuencas excedentarias a otras deficitarias como la del Segura. «Hay mucha agua sobrante en los ríos de España que se tira al mar, estamos perdiendo el norte».

El representante de los agricultores dijo que no puede ofrecer una cifra exacta sobre cuánto se podrían reducir las cosechas, pero vaticina que el descenso «será generalizado si no se garantiza el agua para regar».

Según los datos de la Conselleria de Agricultura, el valor económico de la agricultura en Alicante en 2016 fue de casi 685 millones de euros; una cifra que sólo incluye la producción primaria y a la que habría que sumarle la riqueza que se crea después, por ejemplo, con la industria agroalimentaria, la cual incluye transformados y conservas.