El proyecto seleccionado para urbanizar la isla de Seúl, en Corea del Sur, es un pequeño parque natural capaz de crear hasta 1.000 microclimas diferentes a raíz de la flora, fauna y conjunto hidráulico de la zona. De esta forma, el estudio pretende dar un respiro a una ciudad demasiado masificada, pues no en vano se trata de la quinta ciudad más poblada del mundo.