El descubrimiento de fincas agrícolas enterradas con cientos de miles de toneladas de basura sin tratar en las inmediaciones del vertedero de Proambiente, ubicado en la pedanía oriolana de La Murada, y la posterior aparición de zanjas y fuentes de lixiviados es una cuestión que no ha pasado inadvertida para los políticos de ningún partido, incluso para algunos del PP.
En el último año y medio han desfilado por las tierras contaminadas de La Murada desde concejales y alcaldes de distintos pueblos de la comarca de la Vega Baja, hasta diputados autonómicos, nacionales y hasta europarlamentarios. Todos ellos convocados por los colectivos ciudadanos y ecologistas que quieren dar la mayor publicidad a lo que consideran es uno de los mayores escándalos ambientales que se han producido en la Comunidad Valenciana.
Desde el equipo de gobierno de Orihuela, liderado por el ecologista Monserrate Guillén que gobierna en coalición con el PSOE, hasta el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara; el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig; los eurodiputados Andrés Perelló, Iñaki Irazabalbeitia y Eva Ortiz; la coordinadora de Política para Europa de Los Verdes, Pura Peris; o los diputados autonómicos Mireia Moyà o Andrés Ballester, entre otros. La «excursión» hasta las fincas se realiza por decenas de personas, en su mayoría vecinos y miembros de los colectivos ecologistas, a través de las fincas sobre las cuales supuestamente están enterradas miles de toneladas de basuras. M. A. R./M. A.
