El subdelegado del Gobierno den Alicante, José Miguel Saval, anunció ayer que en septiembre convocará una serie de reuniones entre los alcaldes de la Vega Baja y responsables de la Confederación para alcanzar acuerdos que frenen los vertidos de residuos que se realizan en acequias y azarbes, principalmente latas y envases plásticos, que acaban en la antigua desembocadura del río.

Saval dijo que las administraciones están «obligadas» a resolver ese problema e implementar medidas eficaces y planes educativos para acabar con esta problemática. Las dantescas imágenes de los residuos acumulados en ese punto sirvieron incluso para ilustrar una campaña internacional liderada por Greenpeace. Precisamente en ese punto, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la CHS, está acometiendo obras con la finalidad de reparar y restaurar los daños que se produjeron durante los temporales de invierno. En concreto, se está acondicionando y reparando la barrera de retención de flotantes situada en el antiguo cauce, con 390.720 euros.

La rotura de dicha pantalla estaba motivando que los residuos se vertieran al mar. A ese problema se le añade que la CHS lleva desde 2015 sin ocuparse de retirar los desechos que se acumulan en ese punto, lo que ha venido haciendo el Ayuntamiento de Guardamar porque la máquina que se ocupaba de retirar los desperdicios de forma mecánica estaba averiada. El regidor, José Luis Sáez, ha reclamado a la CHS que les devuelva los 13.000 euros gastados en esos trabajos, pero Miguel Ángel Ródenas rehusó ayer adoptar ese compromiso.