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San Miguel de Salinas

Catorce años de cárcel por matar a bastonazos a su pareja

El varón, de 79 años, fue declarado culpable de homicidio con agravante de parentesco por un jurado popular

Catorce años de cárcel por matar a bastonazos a su pareja

La Oficina del Jurado de la Audiencia Provincial de Elche ha condenado a 14 años de prisión a un hombre de origen británico por matar a bastonazos a su pareja sentimental, una mujer de su misma procedencia. Los hechos ocurrieron en San Miguel de Salinas cuando Charles Bevill Warcup propinó diversos golpes en la cabeza a la víctima con el bastón que utilizaba para andar. Al día siguiente cargó el cuerpo sin vida en el maletero de su coche y se deshizo de él ocultándolo en un descampado. Durante los seis meses siguientes fingió que estaba en paradero desconocido, pero la Guardia Civil fue estrechando el cerco en torno a él hasta que acabó confesando el crimen machista.

El británico, de 79 años, ha sido condenado por un delito de homicidio con agravante de parentesco por acabar con la vida de la mujer con la que había mantenido una relación durante últimos cinco años. El fallo judicial considera probado que el día 14 de septiembre de 2014, Bevill Warcup se encontraba junto a Rosemary Broadwell en la vivienda en la que convivían, en la Urbanización Costa Blanca de San Miguel de Salinas. Ese día se produjo una discusión entre ambos y durante la misma el varón «acudió a la cocina y, con animo de causar la muerte de la misma, le propinó varios golpes mortales en la cabeza con un bastón, abandonándola en esas circunstancias y yéndose a dormir».

Durante la mañana del día siguiente, el británico acudió a diversos establecimientos de Ciudad Quesada (Rojales), como un banco o un estanco, simulando estar buscando a Rosemary. Ese mismo día cogió el cuerpo de la mujer, lo metió en el maletero de su Seat Córdoba y condujo el coche con el cadáver hasta un paraje conocido como El Zoco, en Algorfa. Allí ocultó el cuerpo entre podas, abriendo un hueco a tal efecto.

Tres días después de crimen, el británico acudió al cuartel de la Guardia Civil para denunciar, a sabiendas de que no era verdad, la desaparición de la mujer. Durante los siguientes meses el hombre simuló que estaba desaparecida. Fue el 9 de marzo cuando, tras su detención, reconoció los hechos y desveló donde estaba el cadáver. Desde entonces está en prisión.

Siete votos contra dos

El juicio por estos hechos se celebró a principios de este mes en la sección séptima de la Audiencia de Alicante, que tiene su sede en Elche, bajo la fórmula de jurado popular. El veredicto fue emitido por siete votos favorables y dos en contra. El tribunal rechazó que su comportamiento se viera influido por la ingesta de alcohol o un trastorno mental.

El Ministerio Fiscal, la acusación particular y la abogacía de la Generalitat calificaron los hechos como un delito de asesinato y pedían una pena de cárcel superior, de hasta 20 años. Su defensa, ejercida por el letrado Iván Rodríguez Lorente, del despacho Selva&Lorente, pedía la absolución y, en caso de no estimarse, la condena por un delito de homicidio. Finalmente el jurado no apreció que hubiera habido alevosía, por lo que sólo lo encontró culpable de homicidio.

Una vez dictado el veredicto, la magistrada de la Audiencia que dirigió el juicio oral fue la encargada de fijar la pena. Según establece el código penal, su condena debía situarse en una franja de 10 a 15 años, y la magistrada ha impuesto 14 teniendo en cuenta «la brutalidad de la acción del acusado y su frialdad en el momento inmediato a ocurrir los hechos, al dejar en el suelo de la cocina a la víctima, al menos 24 horas, yéndose a dormir y siguiendo con su vida normal». También ha tenido en cuenta su conducta posterior «no mostrando ningún arrepentimiento y el sufrimiento causado a los hijos de la víctima durante seis meses al simular que había desaparecido y no confesando hasta que fue detenido y se vio acorralado». Contra esta sentencia cabe recurso de apelación ante el TSJCV.

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