Miles de oriolanos se dieron cita anoche para asistir a la exhibición pública de la Gloriosa Enseña del Oriol en el balcón del Ayuntamiento de Orihuela. La cita este año era muy especial, la primera en la que las Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos cuentan con la declaración de Interés Turístico Nacional y que la enseña tiene más protección al ser Bien de Interés Cultural. Por este motivo, el pendón original no será expuesto el próximo año y la función la realizará una réplica de la que ya dispone el Consistorio. Eso sí, previo a un traspaso de poderes que se realizará próximamente.

Julio Vicente Lizán, Síndico de este año, es el que tiene el honor de portar hoy, por última vez, la enseña original, que data de 1594, y que presenta algunos daños. Anoche el regidor, Emilio Bascuñana, fue quien se refirió a esta seña de identidad señalando que «ahora tenemos una mayor responsabilidad de protegerla, de cuidarla y compartirla. Los siglos de historia han hecho mella en su tejido, pero no en su simbiología».

Por su parte, el Síndico, que es voluntario de Protección Civil, quiso compartir su nombramiento «con todas esas personas anónimas que siempre están cuando Orihuela las necesita».

Lizán indicó los «valores» que le enseñaron sus padres «ser humildes y solidarios» y «eso es lo que he intentado hacer siempre, en situaciones de riesgo y emergencias, ponerme a disposición de todos». Y dedicó su nombramiento a sus padres, a su familia Ramonet «con el genial Ramón a la cabeza que hizo a 'Orihuela del Señor' grande en todos los rincones de España», a su pedanía, La Murada, y «al gran dramaturgo oriolano, Atanasio Die».

El Síndico aprovechó la presencia del presidente de las Cortes Valencianas, Enric Morera, para reivindicar «una demanda histórica», como es la conexión vial que conecte el interior de la comarca con la costa «para contar con una red de transportes eficaz, moderna y de calidad, que esta ciudad y esta comarca se merecen».

Una noche en la que se conmemoró el 775 aniversario de la Reconquista de Orihuela y donde se propuso el reto de que las fiestas sean declaradas de Interés Turístico Internacional en cinco años.