Es el desfile que menos protocolo exige, sólo ganas de divertirse y de divertir al público. La retreta se convierte cada año en el acto más gamberro de las Fiestas de la Reconquista, donde los comparsistas echan a volar su imaginación, no exenta de crítica en muchas ocasiones.

Cerca de 3.000 festeros participaron ayer en la retreta festera que recorrió las calles de la ciudad ataviados con los disfraces más diversos, desde quienes decidieron llevarse la feria a cuestas, a jugadores de rugby o los personajes de la famosa serie «Juego de Tronos». No hay límites para este desenfadado desfile en el que se divierten grandes y pequeños. El colectivo festero desfiló a ritmo de charanga e improvisando diferentes bailes que animaron el recorrido.

La Asociación de Fiestas «Santas Justa y Rufina» sí había establecido un estricto control de participantes para evitar que se «colaran» personas ajenas al desfile. Cada uno de los comparsistas llevaba una pegatina identificativa. El presidente de esta asociación, Pepe Vegara, señaló a este diario que «estamos consiguiendo que la retreta sea cada vez menos chabacana, dentro de la diversión que debe tener y que esté acorde con la declaración que tienen estas fiestas».

Los festejos continúan esta noche con el Solemne Desfile de la Entrada Mora, con el boato del embajador, a las 21.30 horas desde la calle Ocarasa.