En lo que va de mandato son dos los exalcaldes de la Vega Baja que han sido condenados por los tribunales. El de Bigastro, Raúl Valerio Medina (PSOE), admitió un delito de malversación de caudales públicos. El de Callosa, Javier Pérez (PP y ahora no adscrito), fue inhabilitado durante tres años por un delito de negociaciones prohibidas aunque recurrió a la Audiencia y está a la espera del fallo.
El juicio de Medina se inició a principios de junio bajo la fórmula de jurado popular. El socialista estaba acusado de gastar entre 2009 y 2011 casi 23.000 euros con una tarjeta de crédito municipal destinada al pago de gastos de representación y de dietas relacionadas con sus funciones públicas. El Ministerio Público y la acusación particular lo acusaban de haber cargado gastos sin ningún tipo de justificación en bares y restaurantes. Se le solicitaba una pena de cuatro años de prisión y 10 de inhabilitación.
El exregidor acabó reconociendo los hechos y aceptó una pena de un año de cárcel, tres de inhabilitación y devolver 14.000 euros al Ayuntamiento. En ese momento ya no era socialista, puesto que pidió la baja del partido meses atrás.
Regidor y constructor
El proceso que sentó en el banquillo a Javier Pérez se celebró en abril de 2016. Fue condenado a tres años de inhabilitación por negociaciones prohibidas por haber compatibilizado el cargo de alcalde con el de constructor, siendo además el responsable último del área de Urbanismo. El PP acabó echándolo de sus filas tras negarse a abandonar el acta de concejal. Desde junio de 2016 pertenece al grupo de los no adscritos. A diferencia del exalcalde de Bigastro, el de Callosa sigue manteniendo que es inocente y por eso ha recurrido el fallo ante la Audiencia Provincial, que todavía no ha resuelto este asunto.
En ambos casos, las direcciones del PP y del PSOE les permitieron encabezar la lista a las elecciones de 2015 aunque los procesos judiciales por los que han sido condenados ya estaban en marcha.
