Las elecciones a la presidencia del Partido Popular contarán con tres candidatos tras no fructificar los pactos que se han ido negociando en los últimos días por parte de los presidenciables. Así, Dámaso Aparicio, Andrés Ballester y Víctor Valverde se verán las caras en las urnas el próximo lunes.
Los días previos a esta cita electoral han sido de negociaciones continuas que han servido más como un pulso para ver quién aguantaba y quién flaqueaba hasta el punto de retirarse, que para otra cosa porque ninguna ha dado los frutos esperados.
El primero en hacer un ofrecimiento de consenso fue Dámaso Aparicio. Lo hizo a Víctor Valverde antes de saber que oficialmente Andrés Ballester también se presentaba. La conversación, según ha podido saber este diario, fue dentro de un clima de cordialidad (que tanta falta hace en el seno del PP de Orihuela) aunque pronto se rompió por las exigencias que planteó Valverde, principalmente que Aparicio descartara ser candidato en los comicios de 2018 y lo hiciera por escrito. Por ahí no pasó, recordando que sería la dirección provincial y la autonómica del partido quienes lo decidirán. En cuanto a la presidencia, ambos planteaban una alternancia de dos años, al estilo de las que se han dado en unas cuantas Alcaldías tras los resultados de las últimas elecciones.
El siguiente movimiento fue el de Andrés Ballester. El tercer candidato en liza que no quiere ser el «Patxi López» de las elecciones de los populares oriolanos. Su oferta fue dirigida a sus dos contrincantes en las urnas y fue la misma: integrarse en su candidatura siendo él presidente. No cuajó por ninguna de las dos partes.
Presiones
Según ha podido saber este periódico, los más cercanos a Valverde instaron a Ballester a abandonar sus pretensiones y a caerse de la carrera a la presidencia del PP local, que en su día era casi como ser alcalde de la ciudad. Fuentes cercanas a Ballester apuntan a que esas presiones vinieron del entorno del alcalde, Emilio Bascuñana, quien, señalan, en un principio era su principal valedor hasta que Víctor Valverde decidió presentarse a los comicios. Estas presiones, no obstante, lejos de acobardar al exdiputado autonómico, lo han motivado a despejar sus dudas y presentarse el próximo lunes como candidato.
En cuanto a las conversaciones que ha mantenido con Aparicio recibió un «no» del edil de Residuos Sólidos y Mercados en tanto en cuanto éste no acepta otro cargo que no sea el de presidente.
Por su parte, Dámaso Aparicio, hizo a Andrés Ballester una contraoferta a finales de esta semana ofreciéndole unos jugosos puestos en la dirección del partido si se integraba en su candidatura. Con Aparicio la sintonía fue mejor que con Valverde y aunque Ballester se lo llegó a pensar, finalmente ayer le respondió negativamente.
Por tanto, serán las urnas las que decidirán quién preside el PP de Orihuela, que pasa por sus horas más bajas tras haber sido años atrás la envidia de los populares de la región por el alto número de afiliados y por los resultados que conseguían los alcaldables populares como José Manuel Medina o Mónica Lorente, hasta que Emilio Bascuñana bajó el listón perdiendo 4.000 votos en 2015. Ahora, por no tener, los populares no tienen ni sede y han tenido que buscar un local en la calle Castellón para celebrar el lunes sus comicios.
